Un joven se baja de una furgoneta blanca y sale corriendo. A su alrededor, en el suelo del paseo central de las Ramblas, un reguero de víctimas del atentado de Barcelona del pasado 17 de agosto. Es la primera imagen del asesino tras la masacre, escapando del escenario de crimen, donde segundos antes acababa de sembrar el terror. La foto, borrosa, no permite apreciar su rostro con nitidez, pero el meticuloso y diligente trabajo de los Mossos d’Esquadra permitió identificar al terrorista. LA RAZÓN ha tenido acceso al sumario del caso, compuesto de 21 tomos, en el que se explica, entre otras muchas cosas, el proceso para determinar quién iba sentado al volante del vehículo. Las pesquisas comienzan ese mismo día a las 12:50 en Parets del Valles, una localidad a 23 kilómetros al suroeste de Barcelona: «Se observa a un individuo de complexión atlética, tez morena, polo a rayas horizontales blancas y oscuras, reloj oscuro en muñeca izquierda y gafas de sol en la cabeza, como accede en la entidad bancaria Caixabank situada en la calle Barcelona, número 2 de la localidad de Parets del Valles», relatan los investigadores. Se ve al joven relajado, sin que nada en su aspecto pudiera aventurar la masacre que iba a cometer sólo unas horas después: «Realiza una operación con tarjeta bancaria en el cajero anteriormente descrito». Se trata de una retirada de efectivo que deja rastro y que hace a su nombre.
Fuente: La Razón