Desde 1993 los planes nacionales de infraestructura se han sucedido al ritmo de los cambios de Gobierno. Sin embargo, el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, ha decidido que no elaborará este tipo de planificación.
El primero en instaurar esta costumbre fue el hoy ministro de Exteriores, otrora de Obras Públicas, Josep Borrell. Tenía como horizonte 2007 y se centró en la planificación de carreteras de alta capacidad y en el AVE.
Llegó el Gobierno del PP en 1996 y lanzó el segundo plan de infraestructuras que comenzó su vigencia en el año 2000 y que, de nuevo, tenía 2007 como fecha final de ejecución. Pero en 2004 el PSOE volvió a tomar las riendas del Gobierno central y la ministra Magdalena Álvarez lanzó el tercer plan estratégico de infraestructuras 2005-2020. La historia volvió a repetirse y mucho antes de agotar su vigencia, un nuevo Ejecutivo, esta vez del PP, decidió poner en marcha el cuarto y último plan de infraestructuras, Transporte y Vivienda (Pitvi) 2012-2024.
Sobre este documento será el que trabaje Ábalos, o al menos no tiene intención de volver a revisar la planificación de las obras.
Este anuncio cumple, en parte, la reivindicación de la Cámara de Contratistas de la Comunitat Valenciana que reclama que se acabe con el serial de planes, «en gran medida contrapuestos y no continuistas».
No obstante, no entienden los motivos por los que se han paralizado las 27 actuaciones en carreteras recogidas en el Plan Extraordinario de Inversión en Carreteras (PIC) y que preveían una inversión de 5.900 millones de euros. De estas, tres correspondían a la Comunitat Valenciana, uno por provincia.
Durante su última visita a Alicante, Ábalos explicó que estos proyectos no estaban tan «maduros» como se había dicho y que, entre otras cuestiones, quedan trámites pendientes y algún que otro escollo por desbloquear, en especial con otros ministerios.
Ni una obra de abril a agosto
La dirección general de Carreteras del Ministerio de Fomento licitó hasta el mes de agosto un total de 231,614 millones de euros. Se trata de un 63,3 por ciento menos que en el mismo periodo del 2017. La progresión, según confirma un informe de la Cámara de Contratistas de la Comunitat Valenciana, fue descendente puesto que desde abril a agosto no hubo licitación alguna, ni siquiera en actuaciones relacionadas con la siniestralidad. Desde este organismo insisten en que es la primera vez que no se hace ni una sola licitación en carretera en cinco meses. En la Comunitat, la última se produjo el 10 de marzo. Se trata de la rehabilitación del firme en la A-70 y la A-31 por un importe de 9 millones.
Además, alertan de que las adjudicadas y contratadas, la ampliación de la V-21 y la de los accesos al aeropuerto de Alicante N-338, adjudicada en marzo, no se han podido comenzar las obras por falta de pago de las expropiaciones.
Además los escollos con otros ministerios hacen que aún no se hayan podido desbloquear los tres proyectos -uno por provincia- que se incluían en el Plan Extraordinario de Inversión en Carreteras junto a otros 24 proyectos que se deben desarrollar en el resto de la geografía nacional.
Fuente;: La Razón