Una de las primeras actuaciones que llevaron a cabo los nuevos ocupantes de la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, fue un inventario de todos los edificios en posesión del Departamento dirigido ahora por Elena Cebrián. Tras este proceso, la Conselleria ha determinado que cuenta con seis edificios, destinados por el anterior Consell a centros tecnológicos o institutos de investigación, que se encuentran vacíos, con una mínima dotación o incluso por construir.
Es el caso del Centro Tecnológico de Flores y Plantas que ideó la que en su momento fuera consellera de Agricultura, Maritina Hernández. El 27 de abril de 2011 el Ayuntamiento de Alcàsser acordó la cesión gratuita a la Generalitat de una parcela de 8.854 metros cuadrados para la construcción de este centro, y nunca se llegó a edificar.
En el Parc Industrial Ciutat de Carlet, la Generalitat cuenta con un edificio, cuyas obras finalizaron a principios de 2011, y que en principio iba a destinarse a la investigación hortofrutícola, el desarrollo y la innovación, la transferencia de tecnología y la formación de jóvenes en este ámbito. El Consell invirtió 3,2 millones de euros en la construcción de este inmueble del que se puso la primera piedra en 2009, pero nunca se llegó a inaugurar.
El Centro Tecnológico de Moncada, que estuvo ocupado durante un tiempo por el servicio de transferencia de tecnología del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), se encuentra también actualmente vacío.
En el parque tecnológico de Paterna, el que se bautizó como Centro de Tecnologías Limpias fue inaugurado en enero de 2006. Su objetivo era fomentar la investigación e innovación tecnológica en materia de medio ambiente y su implantación en el tejido empresarial de la Comunitat Valenciana. En la actualidad se encuentra vacío y sin actividad alguna desde el año 2012. Una de las escasas acciones que se llevaron a cabo allí dicho año fueron las reuniones entre la dirección y los sindicatos de Radio Televisió Valenciana (RTVV) para la negociación del ERE.
El Instituto de Viticultura y Enología de Requena sí está activo, pero cuenta solamente con poco más de media docena de administrativos y técnicos, a pesar de que se invirtieron 4,4 millones de euros en crearlo.
Por último, uno de los casos más flagrantes para la actual Conselleria, es el Centro Tecnológico de Frutos Secos de Almassora. Cuenta con una superficie total construida de casi 1.800 metros cuadrados. Se concibió para la investigación de la oliva y la almendra. Dispone de un área técnica con dos laboratorios, un área de formación y otra de exposición, así como espacio para administración, despachos y salas de reuniones. No obstante, no realiza ninguna actividad y no cuenta con programa operativo alguno. La Conselleria se encuentra en conversaciones con varias universidades para darle algún uso.
Source: Comunitat Valenciana