El número de muertos por el tsunami registrado este domingo en Indonesia alcanza ya los 222 mientras que la cifra de heridos ha aumentado hasta los 843, según ha confirmado en su último balance el portavoz de la agencia nacional para la gestión de desastres, Sutopo Purwo Nugroho. Además, 28 personas permanecen desaparecidas y hay 556 edificaciones dañadas.
Cientos de hogares y edificios han resultado gravemente dañados como consecuencia del maremoto, que ha golpeado las costas que rodean al estrecho de la Sonda, que separa las islas de Java y Sumatra.
Las autoridades han advertido a los residentes y a los turistas que se encuentran en las zonas de costa a lo largo del estrecho que se mantengan lejos de las playas, ya que la alerta por tsunami y fuerte oleaje se mantendrá activa hasta el 25 de diciembre.
Las autoridades achacan a un posible deslizamiento de tierra submarino producido por la erupción del volcán Anak Krakatau las causas del desastre natural, que no activó las alarmas al no registrarse un potente terremoto.
Los equipos de emergencia con ayuda de maquinaria pesada tratan de encontrar a posibles supervivientes entre los escombros, y recomiendan a la población local evitar acercarse a las costas.
En un vídeo, publicado por el portavoz de BNPB en Twitter, se muestra a varios policías sacando a dos personas con vida de una casa de madera en cuyo interior habían quedado atrapadas.
El tsunami afectó especialmente al distrito de Pandenglang, a unos 100 kilómetros al oeste de Yakarta y un enclave vacacional para los capitalinos, donde muchos turistas se encontraban en las playas cuando golpearon estas las olas gigantes, señaló Sutopo.
«El sistema de alerta temprana que tenemos sirve para actividad tectónica más que volcánica», declaró Rahmat Triyono, experto de la Agencia Meteorológica, Climatológica y Geofísica de Indonesia (BMKG, sigla en indonesio), en rueda de prensa citada por el medio Detik.
Indonesia se asienta sobre el «Anillo de Fuego del Pacífico», una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida cada año por unos 7.000 temblores, la mayoría moderados.
El pasado 28 de septiembre, un terremoto de magnitud 7,5 en la zona central de la isla de Célebes desencadenó un tsunami que dejó 2.081 muertos y más de 200.000 desplazados, la mayoría en la localidad de Palu y sus alrededores.
Entre el 29 de julio y el 19 de agosto, una serie de temblores en la turística isla de Lombok, cercana a la isla de Bali, causó 564 muertos y más de 400.000 desplazados, la mayoría de ellos tras un devastador terremoto de magnitud 6,9 el 5 de agosto.
Fuente: La Razón