La Habana comenzó a restablecerse este lunes del tornado más violento del que se tienen registros en las últimas ocho décadas, un fenómeno que azotó la noche del domingo el este de la capital causando al menos cuatro muertos y cerca de 200 heridos, de los que más de diez se encuentran en estado grave.
Los distritos de Regla, Guanabacoa, San Miguel del Padrón, Diez de Octubre y Habana del Este amanecieron hoy con un paisaje desolador de casas reducidas a escombros o semiderruidas y sin techo, ventanas sin cristales, árboles desarraigados de cuajo y coches volcados o partidos en dos por la caída de postes eléctricos.
«Pensábamos que era un avión», afirmó a Efe Norma Viera, una jubilada de 65 años que vive en el reparto Santos Suárez de Diez de Octubre y que no recuerda «nada parecido, ni un ciclón ni nada».
Viera y su esposo Miguel Prieto vieron con espanto cómo el tornado reventaba «como en las películas» casi todos los cristales y las cañerías del agua y el gas, derrumbaba el muro trasero de la vivienda y provocaba el desplome el porche sobre su coche.
Lo que queda de su hogar es una de las al menos 240 edificaciones -entre viviendas, negocios e instalaciones públicas de todo tipo- que ha resultado afectada, según cifras preliminares difundidas por el Consejo de Defensa en una reunión de evaluación de los daños.
Debido a la cantidad de derrumbes no se descarta que pudieran aparecer más víctimas, según afirmó a la televisión estatal el primer secretario del gobernante Partido Comunista en La Habana, Luis Antonio Torres.
Fuente: La Razón