El deseo de ser madre y la falta de recursos económicos llevan a muchas mujeres a elegir la opción más barata, que, en ocasiones, no es la mejor. Así lo asegura la presidenta de la Asociación Nacional de Clínicas de Reproducción Asistida (Anacer), Carmen Calatayud, quien alerta del «boom» del negocio de la infertilidad y de la proliferación de las clínicas «low cost».
Explica que en los últimos años han aparecido franquicias – «no sé cómo llamarlas»- que ofrecen tratamientos muy económicos. «Pero eso es como todo, si quieres hacer un buen puchero, comprarás buena materia prima. Siempre hay calidades». Por ello vaticina un estallido de la burbuja. «A la larga saldrá, al igual que ha salido a nivel dental. El tiempo al final les ha puesto en su sitio».
La codirectora de Crea critica también los tratamientos caseros (según estimaciones de Cryos International, una de las principales empresas de este negocio, gracias al semen a domicilio han nacido en España entre 500 y 1.500 niños). A juicio de Calatayud, «la gente no es consciente del riesgo que asume haciendo esto».
Cree que, si bien es una decisión personal y respetable, las mujeres que escogen la alternativa del kit de autoinseminación deben saber que «es igual que si deciden tener relaciones con el que acaban de conocer en la discoteca. Tienen la misma seguridad y asumen los mismos riesgos». Cuenta que, por ejemplo, el esperma procedente de esos bancos puede haber sufrido fallos en la cadena de frío o contener trazas de algún componente al que sean alérgicas.
Source: Comunitat Valenciana