[wp_ad_camp_2]Tal día como hoy del año 1748, por medio de una Real Cédula, fueron aprobadas las ordenanzas del “Gremi de caixers del Reino de Valéncia”. Este gremio, adoptó como Patrón a San José.
Según estas ordenanzas, la fiesta del Patrón será el domingo siguiente al de Pascua en la iglesia que se elija a libre elección. Esta fiesta será regida, convocada y encargada de su festejo por un Clavario, un Mayoral, un Veedor, un Fiel de Hechos y dos electos.
Dentro de la carpintería, un gremio de gran importancia en Valencia, el oficio de “caixers”, los que fabricaban cajas, era muy relevante. Estos se encargaban de la fabricación de cajas, arcas, armarios, baúles para la ropa…
Este gremio se agrupaba en “el carrer dels caixers”. Esta calle, anteriormente, se llamó Calle En Fabarsa y Calle Capsers que eran los que se dedicaban a trabajar objetos de madera delgada y endeble como cajas pequeñas, ratoneras y otras minucias. Se alarga desde la Calle Danzas hasta la Calle Taula de Canvis.
A partir del siglo XII, el conjunto de artesanos de un mismo oficio comenzaron a agruparse formando gremios. Estos gremios tenían unas ordenanzas que regulaban su funcionamiento y tenían, sin excepción, un Santo Patrón a quien se encomendaban. Los gremios surgieron para velar por los intereses comunes de los artesanos del mismo oficio, y sus funciones eran muy diversas:
• Controlaban la cantidad y la calidad de la producción con tal de evitar los fraudes.
• Controlaban el número de trabajadores que tenían los talleres, así como los salarios que estos debían percibir.
• Controlaban y limitaban los precios de los productos para eliminar la competencia desleal.
• Eran quienes compraban, almacenaban y distribuían entre los maestros las materias primas para la manufacturación.
• Limitaban el acceso al oficio de otros artesanos y controlaban la formación de los aprendices.
• También se encargaban de cobrar las cuotas a los miembros, al igual que controlaban lo que se destinaba a beneficencia para cuidar de huérfanos y viudas de miembros del gremio o para el culto al Santo Patrón.
El maestro artesano era el propietario del taller, donde vivía con toda su familia. El oficial, era el cargo intermedio y era aspirante (después de muchos años de trabajo como oficial) a maestro artesano. El grado más bajo era el de aprendiz; el aprendiz no tenía sueldo asignado, vivía en el taller y el maestro le enseñaba el oficio y le mantenía.
En las fotografías se pueden ver una imagen de un maestro carpintero en la edad media y herramientas utilizadas por el “gremi de fusters”