«No vamos a seguir llamando a puertas sin obtener respuestas». Esta frase del consejero delegado en España de ARC Resorts, José María Esquerdo, resume el final de una inversión millonaria que se quedó a las puertas de la ciudad. El grupo inversor de Singapur anunció ayer que abandona los proyectos que afectan a Valencia. Sumaban 1.000 millones de euros y crearían hasta 20.000 puestos de trabajo (contando los indirectos). Sus esfuerzos se destinarán ahora a las actuaciones previstas en Venecia y Málaga.
El motivo es la «falta de interés y los impedimentos mostrados» por las Administraciones implicadas- la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia- así como «su poca capacidad para resolver y facilitar los trámites administrativos».
Esquerdo explicó a LA RAZÓN que lo único que ha obtenido de ambas son buenas palabras, pero ningún calendario ni compromiso que puedan asegurar su inversión. Es más, el alcalde Joan Ribó, solo se reunió con él cuando todavía estaba en la oposición y el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, nunca encontró un hueco en su agenda. En cualquier caso, si hubiese un cambio de actitud, ARC se replantearía su decisión.
La multinacional ha estado cuatro años preparando los proyectos de sus propuestas en los que han invertido de un millón a 500.000 euros cada año. Los presentó poco antes de la celebración de las elecciones municipales y autonómicas.
Esquerdo explicó a LA RAZÓN que en todos los estudios realizados se ha contado con la participación de expertos. La multinacional elaboró un plan con la intención de convertir a la capital del Turia en el mayor polo turístico del Mediterráneo. «Valencia tiene clima y buenas infraestructuras, pero le falta contenido».
Con esta intención aspiraba a presentarse a rediseñar nueve áreas del frente litoral de la ciudad. El más conocido es la reconversión de los antiguos Docks en un hotel de seis estrellas y un casino, pero también propuso transformar el tinglado dos en un mercado de San Miguel a la valenciana donde todos los restaurantes de la zona estaban llamados a participar.
Esquerdo admitió que el nuevo plan para la Marina, que rechaza los usos comerciales, ha contribuido en la decisión.
ARC se ofreció también a pagar la deuda de 440 millones que La Marina Real con el Estado.
Source: Comunitat Valenciana