Está claro que las actuaciones de los Comités de Defensa de la República no se caracterizan por el civismo del que tanto presume el independentismo catalán. Esa pretendida ausencia de violencia brilla por su ausencia en actos como el del pasado sábado contra los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil que se manifestaban en Cataluña o en los de hoy, 1 de octubre.
Y si los medios de comunicación no son santo de su devoción, los que no catalanes son enemigos declarados. Por ello, hoy Pablo Osa, reportero de Telemadrid, la cadena pública madrileña, , se ha visto obligado a detener su intervención en directo cuando varios manifestantes han encendido un bote de humo a sus pies. Además, ha tenido que aguantar mientras hablaba gritos e interrupciones de los manifestantes.
Fuente: La Razón