Han sido muchas las voces que han calificado al F-35, la aeronave estadounidense fabricada por Lockheed Martin, como el avión de combate más avanzado del mundo. Sin embargo, tanto durante su desarrollo como desde el momento en que entró en acción su calidad ha quedado en entredicho y, de hecho, el pasado mes de octubre las Fuerzas Armadas norteamericanas suspendían temporalmente las operaciones de vuelo de estos cazabombarderos después de que uno de los aparatos se estrellara en Carolina del Sur.

Frente al modelo estadounidense, los analistas militares sitúan al caza multiuso ruso SU-57, un caza de quinta generación fabricado por la compañía Sukhoi y que nació para convertirse en el avión furtivo más completo del mundo. Actualmente la fuerza aérea rusa dispone de 10 prototipos en pruebas alguno de los cuales habría entrado en combate en la guerra de Siria.

Aunque es difícil comparar el F-35 estadounidense con el SU-57, distintos analistas y expertos en armamento consideran al avión ruso como el mejor avión de combate del mundo. Así, el canal de Youtube Global Conflict lo colocó en el primer puesto del ránking, por delante del F-22 Raptor, también estadounidense, que se colocaba en la segunda posición, y del mencionado F-35 Lightning, que caía al séptimo puesto. El avión ruso, conocido también con el nombre en clave de T-50 PAK FA, tiene entre sus principales virtudes la autonomía de vuelo, la velocidad, la propulsión y la maniobrabilidad. Está capacitado además para realizar despegues y aterrizajes en pistas cortas.

Según la web Galaxia Militar, el 25% de la masa total del avión es de materiales compuestos porcentaje que alcanza el 70% en lo que se refiere a la superficie, lo cual, además de reducir su peso, lo hace casi invisible a los radares enemigos.

Fuente: La Razón