El expresidente de Gobierno José María Aznar ha asegurado hoy que en España está pasando exactamente lo mismo que pasó en 1934, y ha cuestionado a quienes tienen «pretensiones de imponer una narrativa única sobre la historia de nuestro país» a través de la ley de Memoria Histórica.
Al hablar durante la presentación de la biografía del líder de la derecha republicana, Miguel Maura, publicado por la fundación FAES, el expresidente ha trazado un paralelismo entre la actualidad política y los sucesos de la segunda república.
«Si uno se asoma hoy a los discursos en las Cortes de la República de Maura, parece que está leyendo algo de hoy. Está pasando exactamente hoy lo mismo que pasó en 1934 y los años de crisis. Es muy significativo por la extraordinaria similitud de las situaciones», ha considerado.
En ese sentido, y en alusión al aniversario del referéndum ilegal del 1-O, Aznar ha recalcado que «conviene recordar precisamente hoy» el golpe de Estado de 1934, «llevado a cabo por partidos de izquierdas y nacionalistas catalanes que se sublevaron» contra el Gobierno republicano democráticamente electo.
El expresidente ha hecho una enfática defensa de la transición española y «pacto de convivencia de 1978» y ha cargado contra la ley de Memoria Histórica y la reforma que propone el Gobierno.
«La democracia liberal española no puede permitirse leyes de imposición ideológica contra la sociedad plural. No puede permitirse comisiones de supuesta verdad contra los investigadores», ha señalado, y ha calificado de «disparate» la ley de Memoria Histórica y un «disparate mayor la reforma que se le quiere hacer».
Aznar ha dicho que le sorprenden «los adanistas» con «pretensiones de imponer una narrativa única sobre la historia de nuestro país» y ha ironizado: «En mi opinión, nunca hubo tan pocos motivos para que algunos se crean tanto».
Además, ha afirmado que la transición española «canceló la política de exclusión del adversario» y que tuvo un «recuerdo muy vivo de lo que no debía volver a ocurrir», y ha reclamado que lo tengan en cuenta algunos dirigentes «en vez de lamentarse y lloriquear desde un supuesto exilio».
El expresidente ha advertido «la vuelta a problemas antiguos que se creían superados, que tuvieron enorme vigencia justamente en los años 30», como los nacionalismos, los conflictos territoriales y el «derrumbamiento» de los partidos nacionales y centrales.
«Lo que estamos viviendo es una señal muy peligrosa», ha opinado, y ha pedido que lo tengan en cuenta «especialmente los que creen que pueden descubrir la rueda todos los días».
Tras sus palabras en el Museo Lázaro Galdiano, donde ha tenido lugar la presentación del libro, Aznar ha saludado a parte de los presentes y se ha retirado acompañado por su esposa, la exalcaldesa de Madrid Ana Botella, sin hacer declaraciones a la prensa. EFE
Fuente: La Razón