El pasado domingo salía a la luz la fotografía de un anciano interno en el centro de mayores de Carlet -el más grande de la Comunitat-, tendido en el suelo, tras haber caído de la cama. La imagen, que ha indignado a muchos, principalmente a la familia del afectado y a los trabajadores de la residencia, ha servido para sacar a la luz la insostenible situación de un centro en el que no entran trabajadores nuevos desde hace cerca de quince años.
Así lo explicaba ayer el responsable del sector de la Generalitat de CCOO, Vicent Soler, quien indicó que justo ese es el tiempo que no salen nuevas plazas públicas para el sector del Bienestar Social en la región. De esta manera, se está asistiendo al envejecimiento de una plantilla que, además, es cada vez más reducida, puesto que las jubilaciones y fallecimientos de funcionarios se han venido amortizando.
Se da la paradójica situación de que, en algunos casos, los trabajadores de estos centros son más mayores que las personas a las que atienden, debido a que en estas residencias, sobre todo en la de Carlet, ingresan personas con poco más de 50 años con problemas mentales.
La crisis económica no hizo más que profundizar la herida que afecta a estos centros. Se recortó personal y se dejaron de cubrir las bajas y vacaciones, dándose este verano situaciones verdaderamente dramáticas, como que solo hubiera un auxiliar de clínica para controlar toda una planta.
No obstante, Soler quiso ayer resaltar que la situación sucedida en Carlet se habría producido igualmente si hubiera habido cuatro auxiliares más, puesto que son casos inevitables.
Desde la Conselleria de Igualdad no se han pronunciado por el momento sobre si se van a crear nuevas plazas para este sector, y eso que esta semana se presentó la futura reforma de la Ley de Función Pública. Lo que sí se dijo en aquella presentación fue que se abrirá un proceso de absorción de interinos de larga duración pero, como señaló Soler, «esto no resuelve el problema», puesto que tras el proceso el número de trabajadores será el mismo. «Se necesita nueva plantilla».
La consellera de Igualdad y vicepresidencia del Consell, Mónica Oltra, tampoco dijo nada sobre este asunto cuando visitó la residencia esta semana, tras producirse el suceso del anciano. Después de reunirse con el director del centro, este presentó su dimisión.
Con respecto a las medidas a tomar para resolver el problema de la falta de personal, se limitó a plantear que no se admitirán más internos en el centro, aunque sea con carácter de urgencia, para cumplir con los ratios exigidos de residentes por auxiliar.
Además, se comprometió a que se cubrirán las vacaciones, aunque para ello pidió a los trabajadores que sus periodos de descanso sean superiores a quince días, ya que de lo contrario es muy complicado encontrar a sustitutos para tan pocos días. La Conselleria estudia con los sindicatos cuántas plazas nuevas hacen falta en los centros de Bienestar Social.
Source: Comunitat Valenciana