Bioparc planta un gran elefante de hierro y madera por sus 10 años

El Bioparc de València ha inaugurado este jueves una escultura de hierro y madera que representa un elefante y recibirá a los visitantes desde su explanada de entrada, una pieza con la que el parque celebra su décimo aniversario y que, en palabras del alcalde, Joan Ribó, “aspira a hacerse su lugar entre los iconos de la ciudad” para mostrar “la fragilidad de la naturaleza”.

Así lo ha destacado el primer edil durante la inauguración del elefante, que lleva por nombre Escipión, y que ha congregado para su presentación a representantes culturales, económicos y políticos como el presidente de Rain Forest (Bioparc), José Maldonado; el secretario autonómico de Turisme, Francesc Colomer; el escritor e historiador Santiago Posteguillo; el portavoz municipal de Ciudadanos (Cs), Fernando Giner, y el síndic de Compromís, Fran Ferri, entre otros.

[wp_ad_camp_2]Ribó ha asegurado que el elefante Escipión, de cinco toneladas de peso y 11 metros de altura, “se convertirá rápidamente en una figura muy reconocida y querida por los valencianos”, además de permanecer “ligado para siempre” a la celebración de la primera década del Bioparc.

El alcalde ha resaltado el parque como un enclave que “acerca la ciudad a otros lugares del mundo en contacto con los animales y la naturaleza”, ya ha destacado que sea un elefante, “uno de los animales más místicos y evocadores”, el que dé la bienvenida a los visitantes “en este rincón de València”.

Todo ello, a través de una escultura que conjuga arte y naturaleza, dos cosas que la humanidad necesita”. Del mismo modo, Escipión simboliza “la fragilidad de la naturaleza” y la “necesidad de preservar los ecosistema”, al tiempo que “anticipa todo lo que el visitante encontrará en el Bioparc”.

UNA OBRA DE ARTE PARA PRESERVAR LA NATURALEZA

En la misma línea se ha pronunciado José Maldonado, que ha subrayado que el elefante es una “obra de arte” y, en este sentido, ha asegurado que “hay dos formas por las que el ser humano accede al conocimiento, la intuitiva y la intelectual”. “Utilizar solo la intelectual impide promover la conciencia para preservar la naturaleza entre los niños y ciudadanos”, mientras que la intuición “da un paso más y perfecciona el aprendizaje”. “Solo hay un camino para la intuición: el arte”, ha agregado.

Escipión “combina ciencia y cultura”, un “cometido que desde siempre” se ha planteado el Bioparc, ha asegurado. Es una obra de “hierro y madera, la unión del desarrollo con el mundo natural”, y su esqueleto “simboliza la fragilidad de los ecosistemas” y “el arte de la naturaleza, la naturaleza del arte”, ha explicado.

Además, ha puesto en valor que se trata de una “escultura en movimiento”, lo que la ha convertido “en un reto fabuloso par ingenieros y arquitectos”. Bajo este prisma, ha señalado que “significa arte”, y por tanto “la hace un artista”, “aquel con voluntad decidida de no dejar languidecer su ‘yo’, una definición que a su juicio casa con el autor de Escipión, Fernando González de Sitges, que “sabe romper el silencio del ser”.

Igualmente, Escipión “significa ciudad, la ciudad de València”, y “está a disposición de todos en una plaza de encuentro”, al mismo tiempo que servirá “de empuje de esta ciudad” y de “emblema de su respeto por la naturaleza”.

“NOS ALEJAMOS DE LA NOBLEZA DE LOS ANIMALES”

Por su parte, el escritor Santiago Posteguillo ha relatado las “tres veces que los elefantes se han cruzado” en su vida, unas experiencias que le sirvieron para aprender que son una especie de animales “fieles que construyen una pareja para toda la vida”, además de “nobles y de fiar”. “Si al ser humano le va mal, es porque nos alejamos de la nobleza de los animales”, ha asegurado, antes de instar a “hacer caso a las señales que la naturaleza envía”.

Asimismo, ha narrado que cuando el general romano del que la escultura toma el nombre, Escipión, venció a las tropas de Aníbal, que batallaban a lomos de elefantes”, “se dio cuenta de que los animales son mucho mejor que las personas”, por lo que instruyó a sus soldados para que simplemente abrieran pasillos y los elefantes pasaron por ellos, ya que “basta con que los dejes estar juntos y no se sientan en peligro”.

RECUERDA AL CABALLO DE TROYA

Del mismo modo, el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, ha descrito el “impacto” que ha sentido al ver por primera vez la escultura y ha remarcado: “Fíate de lo que diga un escalofrío”.

Cuando ha avistado a Escipión, ha confesado que le ha recordado al Caballo de Troya, a pesar de que el equino de madera “viajaba a hacer la guerra”, mientras que en el vientre “viajaba la sabiduría, el respeto, el honor y la hospitalidad”, unos “atributos de los valencianos” que también posee el elefante Escipión.

“València se convierte cada vez más en un proyecto turístico, junto al Bioparc”, ha asegurado, antes de desear que “Escipión dé una bienvenida hospitalaria” a los turistas “por muchos años”.

 

Fuente: Valencia Noticias

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *