Ayer lunes la dirección del PPCV tenía preparada una carta para remitírsela a los ediles del Ayuntamiento de Valencia investigados por el presunto blanqueo de dinero para la última campaña electoral.
La misiva, en la que se les comunicaba por escrito que acordaron renunciar a su acta si continuaban investigados después de levantarse el secreto de sumario, no se les envío.
Fuentes populares explicaron que no se está dando marcha atrás a la orden, cuyo incumplimiento acabará con la expulsión del partido, sino que se está esperando a que se produzcan renuncias voluntarias durante las próximas horas.
Al parecer, el hecho de que la dirección del PP nacional haya tomado las riendas del asunto abriéndoles expediente, ha hecho reflexionar a más de uno. Saben que tienen las de perder y no quieren aguantar esta presión.
Consideran que los mensajes que la ex alcaldesa de Valencia y senadora, Rita Barberá, está enviando a miembros de la dirección nacional tampoco están gustando, y mucho menos ayudando a que Génova suavice su postura.
LA RAZÓN publicó el pasado miércoles un mensaje de texto que Barberá envió al vicesecretario de organización del PP, Martínez Maillo en el que le pedía que defendiese «a la gente del partido que no había hecho nada» y criticaba a la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, diciendo que las medidas anunciadas les podría perjudicar en el terreno judicial.
Así, a día de hoy, el único que ha levantado la contundencia hacia los ediles populares investigados es el alcalde de Valencia, Joan Ribó. En un primer momento, dijo que haría todo lo que estuviese en su mano para que los ediles investigados abandonasen el hemiciclo y avanzó que reduciría su sueldo si estos pasaban a formar parte del grupo mixto. Esta posición quedó clara cuando fue confirmada a última hora de ayer por fuentes municipales.
Source: Comunitat Valenciana