Los miércoles y viernes de 9.30 a 10.30, la candidata a la Presidencia de la Generalitat, Isabel Bonig atenderá todas las llamadas que lleguen al 601.631.074. Quiere saber qué piensan los valencianos, acercarse, con mayor interés, a aquellos que nunca irían a un mitin del PP
Con la iniciativa «Te doy mi teléfono» los populares presentan ya su primera propuesta de una precampaña que pretende ser rompedora, pero que sobre todo les debe llevar a recuperar el Gobierno de la Generalitat.
El PPCV tiene marcadas ya las líneas directrices de su campaña. Tiene muy claro que los valencianos están preocupados por las listas de espera, por la educación de sus hijos y por el empleo. «Otros que se dediquen a hablar del pasado». Por ello, están decididos a insistir en mensajes positivos, de propuestas que generan grandes acuerdos. «No queremos pisar ningún charco», admitían ayer desde el partido.
Como prueba, está la respuesta ambigua que Bonig dio sobre la propuesta del presidente del PP, Pablo Casado, de recuperar la ley de plazos del aborto de 1985. «Soy más partidaria de dar más ayudas para la mujer que va a tener un hijo, «como la ley de protección de la maternidad que derogó el actual Consell», apuntó Bonig.
Se trata de una prueba de que los populares están convencidos de que su espacio es el centro y que los votos de VOX ya los dan por perdidos. Consideran que su enemigo es Ciudadanos y que una campaña moderada para captar al votante de centro puede llevarles hasta la Generalitat.
Casado, la primera llamada
Pablo Casado fue el primero en llamar a Bonig. Dijo que lo hacía en calidad de militante de adopción de Elche, su mujer es ilicitana, y le preguntó cuáles eran sus propuestas para la Generalitat.
La conversación, con la que se quiso evidenciar la sintonía entre ambas direcciones, acabó en un pacto para bajar impuestos. Casado se comprometió a reducir aquellos que son de competencia estatal, si llega a la Presidencia y Bonig, a hacer lo mismo con los de ámbito autonómico. Ambos ratificaron la eliminación del impuesto de sucesiones o donaciones, además de bajar el IRPF. «Así la gente podrá invertir en sus negocios y no renunciarán a sus herencias».
Fuente;: La Razón