El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, ha afirmado este martes que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le sugirió construir un muro en el desierto del Sáhara para frenar la inmigración –tal como el que él promueve en la frontera de Estados Unidos con México–.
Así lo ha relatado durante un coloquio en el Club Siglo XXI en el que ha dejado claro que esa no es la solución para la inmigración en Europa, sino más bien qué hacer teniendo en cuenta que África duplicará su población en los próximos 20 años.
Es más, ha avisado de que mientras en Europa los políticos, sobre todo si buscan notoriedad, «especulan con hipotéticos planes Marshall», China acaba de poner 65.000 millones sobre la mesa para invertir en infraestructuras en el continente.
Además, ha avisado de que el problema migratorio en Europa «no se va a resolver en un futuro próximo porque es identitario, cultural, de capacidad de absorber al diferente y las sociedades europeas no están estructuradas para absorber más de un porcentaje», especialmente si son musulmanes.
Borrell ha avisado también de que puede haber otra «gran crisis» europea si Italia mantiene su política antiinmigración y eleva el déficit como prometieron los partidos en campaña electoral. También de que en las próximas elecciones al Parlamento europeo lo que está en juego es que haya una mayoría euroescéptica o populista, frente al tradicional europeísmo.
En ese sentido, ha señalado que el ministro del Interior italiano Matteo Salvini, ha ganado 10 puntos en intención de voto con su mano dura con la inmigración, y ha opinado que extrema izquierda y extrema derecha pueden «confluir en el rechazo identitario al otro».
Según su análisis, el viejo eslogan «es la economía, estúpido» para explicar la política de los noventa podría cambiarse por un «es la identidad, estúpido». «La gente busca respuestas en lo que conoce, que es el Estado nación y en ocasiones la nación sin Estado, la demanda de que una nación construya su propio Estado», ha dicho, antes de advertir también de que las grandes tragedias de la humanidad han venido precisamente de debates identitarios.
El ministro también ha mencionado, a modo de ejemplo, al expresidente catalán Carles Puigdemont mientras explicaba cómo la antigua Liga Norte en Italia se ha convertido ahora simplemente en la Liga y ha cambiado su discurso contra el sur del país por un discurso antiinmigración como «enemigo común». En este contexto, ha señalado que Salvini «se ha hecho elegir senador por Calabria, como si Puigdemont se hiciera elegir senador por Cádiz».
Por otro lado, el ministro ha aclarado que el Gobierno no tiene previsto habilitar embajadas y consulados para que se pueda solicitar asilo en ellos, en respuesta a una pregunta de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).
Fuente: La Razón