Los amables 16 grados que vivió Valencia ayer permitieron a los niños disfrutar sin impedimentos la tarde-noche más mágica del año. A lo largo de todo el recorrido de la cabalgata de los Reyes Magos solo se veían caritas contentas y ojos expectantes. Ajenos a polémicas sobre la organización del desfile e ignorantes de las medidas de seguridad (170 agentes de la Policía Local y otros 150 de la Nacional) que se tomaron para evitar ataques terroristas tal y como se hizo también en otras grandes ciudades del país, los más pequeños disfrutaron de la música, el jolgorio, los caramelos y el espectáculo que antecede cada año a la fiesta de los regalos por antonomasia.
La cabalgata de los Reyes Magos de Valencia reunió en la capital valenciana a quince grupos de animación y un total de treinta carroza que no dejaron indiferentes a los presentes. Fue, tal y como prometió el concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, un desfile diferente, con un formato más televisivo.
Las ocho bandas de música participantes, entre ellas la Banda Municipal de Valencia, amenizaron el recorrido de tal modo que el público no pudo contenerse y muchos adultos no dudaron en arrancarse a bailar ante la mirada atónita de sus hijos.
Y entre baile y baile y baile, los padres no bajaban la guardia y mientras echaban un ojo a sus vástagos, el otro lo usaban para calcular la trayectoria de los caramelos que se lanzaban desde lo alto de las carrozas. Tampoco faltaron este año los avispados «paragüeros» que se enfrentaron a los abucheos de la concurrencia por acaparadores. Eso de abrir un paraguas y ponerlo del revés para conseguir un gran número de chucherías no está bien, les decían a los «infractores».
Animación continua
Pero hubo caramelos (sin gluten) para todos, hasta 10.000 kilos, que fueron los que pusieron las empresas, asociaciones, colectivos falleros y el Ayuntamiento para endulzar la espera.
En esta ocasión, a los niños valencianos la fiesta les supo a más, pues desde las seis de la tarde y desde el balcón de l Ayuntamiento actuaron las Pop Corn, de la compañía Maduixa Teatres, amenizaron los momentos previos a la llegada de los protagonistas de la velada.
A unos cien kilómetros al sur de Valencia, 400 pajes acompañaron a Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente en la cabalgata de Alcoy (Alicante), considerada la más antigua de España al celebrarse desde 1885, es decir, hace 132 años.
Los pajes, que entregaron centenares de regalos en su recorrido por el centro de la ciudad, formaban parte de una comitiva de alrededor de 1.500 personas entre músicos, antorcheros y resto de séquito, que volvieron a hacer las delicias de los niños y de los que ya no lo son tanto.
Los pajes de Melchor, Gaspar y Baltasar, caracterizados con la piel de negro y llamativos labios rojos, usaron sus escaleras de color carmesí para alcanzar las ventanas y balcones de las viviendas cercanas para entregar los paquetes.
Source: Comunitat Valenciana