Vecinos y trabajadores de la empresa temen que los tiempos de espera se alarguen con buses que crucen la ciudad
Poco a poco se van conociendo más detalles del plan de renovación de la red de EMT que tiene planeada la empresa para principios de 2018. Según ha podido saber este diario, pese a que desde el ente no han informado de nada y se limitan a repetir que darán los detalles «en el momento adecuado», lo cierto es que esa nueva red eliminará seis líneas y las reconvertirá en tres grandes trazados que cruzarán la ciudad de oeste a este y de sur a norte.
En concreto, desaparecerán, según fuentes internas de la empresa las líneas 3, 7, 12, 13, 41 y 67. La 3 y la 41 se fusionarán en la nueva 93. Esta línea conectará el oeste de la ciudad y el entorno de Mislata con el Cabanyal y el paseo marítimo. En la actualidad, ambos trayectos discurren entre la avenida del Cid y la avenida del Puerto y entre la plaza de España y las universidades y la estación del Cabanyal.
Por su parte, las líneas 12 y 13, que actualmente circulan entre la Ciudad del Artista Fallero y la plaza de América y entre la Fonteta y la Ciutat de les Arts i les Ciències y la avenida del Oeste, crearán la nueva 96, que unirá el barrio de Benicalap con Quatre Carreres. Será un eje transversal que cruzará toda la ciudad de norte a sur.
Conductores municipales alertan de que habrá que cumplir «horarios irreales»
Otro recorrido muy similar será el que formará la nueva 97, que discurrirá entre el distrito sur y Campanar. Actualmente, las líneas 7 y 67, que desaparecerán para crear esta, unen Nou Campanar con la plaza del Ayuntamiento y el Mercado Central con el pabellón Fuente de San Luis.
Estos trayectos se han elaborado con otros de gran éxito, como la 89, la 90 o la 99, en mente. Sin embargo, las nuevas líneas difieren de éstas en que mientras la 89, la 90 y la 99 circulan por grandes rondas perimetrales (Tránsitos y el Bulevar Sur, respectivamente), la 93, la 96 y la 97 lo haránpor el centro de la ciudad en su mayor parte, por lo que tanto vecinos como trabajadores temen que se alarguen los tiempos de espera.
Fuentes de la EMT explicaron que los recorridos serán «más ágiles» porque serán trayectos «más directos» e, incluso, no descartaron que se utilicen autobuses articulados como los de la 89 y la 90, que permiten doblar la cantidad de viajeros en cada vehículo, según indicó Radio Valencia Cadena Ser. Además, las líneas circulares cambiarán de nombre y se llamarán C1, C2, C3, C4 y C5. Otras perimetrales recibirán un 9 delante del número de línea, como ya contó este diario. La intención es que sea más fácil identificar los autobuses más utilizados.
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Las nuevas líneas
- 96
- Resultante de fusionar la 12 y la 13. Unirá Benicalap con el populoso distrito de Quatre Carreres, uno de los más grandes, al sur de la ciudad.
- 97
- La 7 y la 67 desaparecerán para crear una línea entre Campanar y Quatre Carreres.
- 93
- La línea entre Mislata y el paseo marítimo se conseguirá al fusionar dos líneas entre el centro y Poblats Marítms.
Sin embargo, estas afirmaciones de la empresa contrastan con la opinión de los conductores consultados. Si bien la inmensa mayoría de trabajadores reconocen la operatividad de las líneas perimetrales, incluida la 5, otros aseguran que este tipo de recorridos han de estar «bien pensados» o supondrán trayectos mucho más largos y más tiempos de espera para los usuarios. Se trata de una de las quejas más habituales entre quienes se suben a un autobús de la EMT. Además de los problemasque da la aplicación oficial para teléfonos inteligentes y los paneles informativos de las paradas respecto a los tiempos de paso de los autobuses, los conductores temen que haya que cumplir horarios «irreales» y que los problemas de tráfico en determinadas calles de la ciudad afecten a la puntualidad de una red en la que una gran cantidad de líneas ya se encuentra por debajo del 80% de puntualidad, tal como contó este diario.
María José Broseta pide «más vehículos por trayecto» para mantener el servicio
Los vecinos también están expectantes. Tras la reunión con Giuseppe Grezzi del pasado mes, lo cierto es que no han recibido más información respecto a la remodelación de líneas que la que han ido recabando a través de los medios de comunicación. Por eso, portavoces de distintas asociaciones piden tiempo antes de opinar sobre los cambios que estudia la empresa y, sobre todo, exigen a la EMT que facilite «cuanto antes» los datos con los que está trabajando para que puedan opinar. En la retina de miles de vecinos está todavía el proceso participativo de 2016, que terminó con 13 líneas remodeladas y recogidas de firmas y quejas constantes en casi todos los distritos de la ciudad.
«Necesitamos más buses»
La presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia, María José Broseta, insistió ayer en la necesidad de conocer todo el proyecto antes de opinar, pero sí señaló que están contentos con el funcionamiento de la línea 99 y que ese debería ser el modelo de estos nuevos trayectos. «Lo que sí tenemos que pedir es que pongan suficientes autobuses por línea para que no haya esperas de 20 minutos como está habiendo en algunos trayectos», explicó Broseta. Esta petición de los residentes contrasta con los problemas laborales latentes en el seno de la empresa, donde los conductores claman contra la falta de personal y contra los horarios que se ven obligados a cumplir.
A la espera de que la EMT haga público su plan para 2018 y su ambiciosa remodelación de la red, lo cierto es que los planes del presidente de la misma, Giuseppe Grezzi, van con retraso. En marzo del pasado año habló de que este otoño estarían en marcha los intercambiadores de Tetuán y Porta de la Mar y que para el año que viene quedarían nuevos apeaderos en zonas como plaza de España o Ángel Guimerá, pero la EMT pondrá en marcha las primeras estaciones en Tetuán y Porta de la Mar a lo largo de los primeros meses de 2018.