Caracas cambia de versión para justificar la muerte del opositor

La oposición venezolana insiste en que la muerte del concejal opositor Fernando Albán no fue un suicidio. La respuesta del Gobierno de Nicolás Maduro la dio el fiscal general, Tarek William Saab: «En horas del mediodía [del 8 de octubre], al momento del almuerzo, se levantó abruptamente de la mesa, diciendo que quería ir al baño. Corre hacia una ventana panorámica que se encontraba en el pasillo del piso 10 y se lanzó al vacío». El fiscal venezolano agregó que la ventana se encuentra a tres metros del baño.

Saab afirmó que «aquí nunca se ha dicho que se lanzó de un baño», dando al traste con lo que él mismo dijo dos días antes cuando sentenció: «Solicitó ir al baño y, estando allí, se lanzó al vacío». El fiscal explicó que los hallazgos de las pesquisas se publican para que la comunidad internacional los conozca. La solicitud de aclaraciones ha sido suscrita por la ONU, la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea y al menos 15 países occidentales. Estados Unidos fue más allá al condenar la Casa Blanca «la implicación del régimen de Maduro» en la muerte del concejal, que fue detenido y acusado de participar en un supuesto golpe contra el líder chavista.

El ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero pidió ayer esperar a las pesquisas oficiales y rechazó que órganos multilaterales hayan solicitado una investigación independiente.

Según el relato oficial, la autopsia al cadáver fue realizada por «el médico anatomopatólogo Arnaldo Pérez bajo la supervisión de Yaunacelis Cruz, jefa del Servicio Nacional de Medicatura Forense». Sin embargo, Pérez es un médico comunitario sin formación especializada, licenciado en la promoción Hugo Chávez Frías.

«Agua en los pulmones»

El abogado y especialista en ciencia forense William Jiménez, contrarió al fiscal general Saab y declaró que fue Cruz quien practicó la necropsia, cumplió la orden del ministro del Interior venezolano, Néstor Reverol, de cambiar los resultados, y conminó a Arnoldo Pérez a suscribir el documento. «En la autopsia se observó agua en los pulmones», sostuvo Jiménez.

Su versión coincide con la de la ex fiscal Luisa Ortega Díaz, quien desde el exilio en Colombia afirmó, en base a «información desde adentro», que Albán «murió ahogado porque lo torturaban con una bolsa». Pero el fiscal Saab dijo que el opositor estaba vivo hasta impactar con el suelo «sin evidencia de maltrato físico previo a la caída».

Fernando Albán estaba recluido en la sede del Sebin desde el viernes 5 de octubre. El lunes 8 fue llevado al piso 10 y de allí cayó al asfalto. La diputada Delsa Solórzano, de la comisión de Política Interior del Parlamento, solicitó la entrega de los planos del edificio, grabaciones de la cámara de seguridad y el listado de funcionarios encargados de la custodia del fallecido.

«Las ventanas del piso 10 siempre están cerradas porque son de seguridad, no hay forma de abrirlas. El baño queda del lado opuesto de donde Albán estaba. Y los baños no tienen ventanas», dijo la parlamentaria. «Además, ¿qué hacía el concejal en las oficinas de Contrainteligencia que quedan en ese piso?».

Los familiares del concejal opositor lo enterraron ayer miércoles en Caracas, después de una misa oficiada por el cardenal Jorge Urosa Savino. Sus familiares optaron por no hacer declaraciones a la Prensa.

Fuente: La Razón

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *