El cartel o, mejor dicho, los carteles de fallas de 2017 son un modelo bastante diferente al del año pasado. Si Iban Ramón empleaba elementos grandes y contundentes, Luis Demano y Joan Quirós ponen su sentido de la ilustración y la caligrafía al servicio de unas imágenes que juegan más con el detalle.
Los cinco sentidos corporales harán referencia al cúmulo de sensaciones y escenas populares que se viven durante una semana de fallas. Y se combinan con buena parte de los elementos que se hicieron valer ante la Unesco para que la fiesta fuera declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. En ese sentido, el más llamativo es el cartel de la vista, en el que un grupo de niños está contemplando una «cremà». Ese grupo está formado por niños de diferente procedencia „se aprecian, junto a la fallerita llorosa, un niño africano y una asiática. Reúne dos aspectos muy valorados en su momento: la capacidad de la fiesta para integrar personas procedentes de diferentes culturas y la transmisión de la misma a futuras generaciones.
Hay elementos que se repiten en los cinco carteles. Por ejemplo, el remate de falla ardiendo „una cabeza de huertano„ y unas palomas. También hay elementos tradicionales, como los mosaicos Nolla que hay en la bunyolería antigua en el sentido del gusto.
El cartel principal, el que estará en la portada del Libro Fallero, es el que simboliza la «plantà» de la falla y el homenaje a la gente que hace posible la fiesta en su momento culminante. La Ofrenda, el pasacalle, la pirotecnia y la literatura también forman parte de este compendio de sensaciones.
«La Festa dels Sentits», la colección de cinco carteles fue presentada anoche en el Muvim y el concejal Pere Fuset mostró su satisfacción por el hecho de que «hemos recuperado la importancia del cartel. La obra del año pasado de Iban Ramón traspasó todas las fronteras y se convirtió en una imagen conocida, como va a ocurrir con estas cinco obras, que tendrán su estreno hoy mismo en la exaltación de la fallera mayor.