Antes de Comité Ejecutivo del jueves, convocado en Barcelona, y en el que se conocerá el nuevo organigrama del PP, se concretará este miércoles la reunión entre Pablo Casado y Soraya Sáenz de Santamaría. El equipo de Casado se remite a lo que quiera pedir la otra parte; y desde la otra parte dejan la pelota en el tejado del ganador del Congreso. Pero dirigentes que se posicionaron del lado de la ex vicepresidenta han empezado ya a airear el mensaje de que la integración «será fácil» porque los proyectos son compartidos y hay voluntad de asumir la demanda de unidad que pidió el cónclave del partido. Demandan «generosidad» a Casado, pero también dejan la puerta abierta a colaborar en que esa «generosidad» se concrete. Desde el entorno de Casado insisten en que no se trata del reparto de cargos sino de que en la nueva dirección no estén solo los «dos tercios ganadores» sino todo el partido, con personas que compartan el mismo proyecto y respeten el planteamiento de «regeneración» que hace el nuevo líder.
Con estas condiciones encima de la mesa, Casado está dispuesto a que la integración del equipo de la ex vicepresidenta afecte a puestos en la nueva dirección del partido, en los grupos parlamentarios y también en la candidaturas de las elecciones municipales de 2019. El relevo de Mariano Rajoy sonó en las quinielas por Madrid, y también Sáenz de Santamaría. Entre los puestos a negociar, según el entorno de Casado, están vicesecretarías y secretarías de área de Génova y también la nueva estructura de los grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados, Senado y Parlamento Europeo, por ejemplo.
Por otra parte, el guiño de convocar su primer Comité Ejecutivo en Barcelona es sólo el primer paso de decisiones mucho más trascendentales que están ya en mente del nuevo líder popular. En sus primeros pasos, y esto ya le viene de su proceso de formación política, está dejando ver que con él llega otra forma de comunicar y de valorar la importancia del marketing político. Ahora bien, desde su entorno precisan que la comunicación ayuda, pero no arregla los problemas de fondo. Y en el caso catalán, por ejemplo, el equipo en el que se ha estado apoyando Casado en su campaña admite que lo importante es qué hacen con el liderazgo del partido y cómo se da una nueva orientación al PP catalán en un futuro congreso regional. Querer no es poder, pero Casado tiene cierto margen para revisar el juego de poderes que ha movido los hilos de los populares catalanes en los últimos años. Y dentro de su grupo de máxima confianza sobresale el nombre de Alejandro Fernández, portavoz del PP en el Parlamento de Cataluña, y uno de los primeros dirigentes del partido regional que hizo expreso su respaldo a Casado. También Andrea Levy, que en los últimos años ha estado compartiendo vicesecretaría con el hoy «número uno».
El presidente actual del PP catalán, Xavier García Albiol, se sumó a la ola de apoyos catalanes, pero siguiendo ya el camino abierto. García Albiol amagó con dar un paso al lado en sus actuales responsabilidades después de las últimas elecciones autonómicas, en las que el PP cosechó un resultado desastroso, tanto que se quedó fuera del Parlamento . Y no vería mal, cuentan, la posibilidad de volver a optar a la candidatura de Badalona, su feudo.
En el caso de Levy, está en la mesa la posibilidad de que vaya en las listas por Madrid, y además tendrá un papel relevante en la nueva estructura de la dirección popular. Hay otras figuras importantes como la de la ex ministra Dolors Montserrat, que se ha incorporado al grupo de Casado por influencia de la ex secretaria general María Dolores de Cospedal, y en «pago» al apoyo que esta última ofreció a la candidatura del político madrileño. Montserrat está en el Comité Ejecutivo e incluso se especula con su nombre en las quinielas para la secretaria general del PP nacional. Colaboradores de confianza de Casado descartan, sin embargo, ese escenario, aunque también advierten de que las decisiones del nuevo líder se conocerán a partir del miércoles, después de que se reúna con la ex vicepresidenta. Y que hasta entonces no se puede dar nada por hecho en relación a los nombres. Por cierto, de Dolors Montserrat también se habló como relevo de García Albiol cuando el partido quedó dinamitado en las últimas autonómicas. El runrún de que puede haber de nuevo un adelanto electoral en Cataluña influirá en cómo se desarrolle la transición a la nueva etapa que Casado quiere también abrir en esa comunidad.
En cuanto al alcance de la revisión de la estrategia en Cataluña, su equipo precisa que «el PP vuelve, y vuelve también a Cataluña». «El primer gesto político es una muestra de cariño a los catalanes. Un mensaje de que vamos a defenderles y acompañarles como nunca. Lo haremos no como esos partidos que ganan elecciones allí y desaparecen al día siguiente. Para Casado la defensa de la legalidad y la Constitución serán una prioridad». Añaden que la intención es que el mensaje sea menos «encorsetado» a la hora de responder a «las mentiras en las que se basa el nacionalismo».
Fuente: La Razón