China avisa a EE UU de que «se atenga a las consecuencias» tras las sanciones

No hay cuartel en la guerra comercial entre EEUU y China. Lo último, las penalizaciones impuestas por la Casa Blanca al gigante asiático por comprar material de guerra, sistemas de misiles y aviones, a la igualmente sancionada Rusia de Vladimir Putin. En concreto, el gobierno chino, por mediación de la empresa dedicada a proveer de equipamiento a su ejército, habría adquirido de la empresa estatal Rosoboronexport rusa, no menos de 10 Sukhoi Su-35 y varios sistemas de misiles. En el pasado China ya había realizado otros encargos del sofisticado caza de dos motores, actualización del avión de combate de finales de los años ochenta. El castigo consistirá en bloquear a la empresa china para que no pueda exportar ni trabajar con el sistema financiero de los EEUU.

El portavoz del gobierno chino explicó que su país está sumamente indignado por lo que definió como una acción sin fundamento de los EE. UU. «Instamos encarecidamente a los EEUU», dijo en rueda de prensa, «a corregir de inmediato sus errores y revocar las sanciones. De lo contrario, deberá de atenerse a las consecuencias».

Entrevistado por el periódico South China Morning Post, el que fuera consejero áulico del presidente Donald Trump, el polémico Steve Bannon, explicó que la Casa Blanca no cederá a las presiones internacionales. Su intención es lograr que el gobierno chino negocie en las condiciones marcadas por los especialistas económicos de Washington. Consideran que, tras décadas de entente y pactos, llegó la hora del gesto duro y, sobre todo, de pasar de las palabras a los hechos. De viaje a Hong Kong, Bannon comentó recientemente al New York Times que «Dentro de cien años, esto es lo que recordará la gente: lo que hicimos para frenar a China en su ascenso a la dominación mundial. China en este momento es Alemania en 1930. Está en la cumbre. Podría salir de una forma u otra, la generación más joven es tan patriótica que es casi ultranacionalista». Se trataría de una conquista de tipo material, basada en la venta de productos, a precios increíblemente bajos dadas la falta de estándares laborales y la pobreza de la que venía el país, y a la compra de deuda. «¿Quién financia eso?», preguntó Bannon, «La clase trabajadora estadounidense y la clase media. No puedes entender el Brexit o los sucesos de 2016 a menos que entiendas que China exportó su deflación y su exceso de capacidad productiva».

Fuente: La Razón

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