La defensa de Pablo Crespo, considerado número 2 de la «Gürtel», ejercida por el abogado Miguel Durán, presentó ayer la primera querella derivada de las grabaciones difundidas de la comida en octubre de 2009 entre el comisario José Manuel Villarejo, Baltasar Garzón, la entonces fiscal y hoy ministra de Justicia, Dolores Delgado, y otros tres mandos policiales. En concreto, la querella la ha interpuesto contra el ex magistrado de la Audiencia Nacional, a quien imputa un delito de prevaricación judicial, al entender que de esas grabaciones se pone de manifiesto que Garzón «amañó, presuntamente, todas las circunstancias que estuvieren a su alcance, para poder hacerse con el “caso Gürtel” y convertirse así en el juez instructor» de esta causa que terminó con la condena de su patrocinado, entre otros, además del ex tesorero del Partido Popular y la de este partido a título lucrativo.
Hay indicios, asegura en la querella el abogado de Crespo
–condenado a 37 años y medio de cárcel–, de que cuando [Baltasar Garzón] estaba como magistrado en la Audiencia Nacional «pudo confabular y canalizar judicialmente un complot que arrancaría procesalmente» con el auto donde asumió esta causa, en el año 2008. Junto a ello, se solicita que se cite a declarar como testigo a Villarejo y a los tres mandos policiales que acudieron a la comida, además de al ex juez como investigado.
Respecto a Villarejo se insta al magistrado al que corresponda por reparto conocer de esta querella –lo primero será decidir si la admite o no a trámite– que pida a los responsables de la prisión de Estremera, donde está en situación de prisión provisional, que se adopten «cuantas medidas sean necesarias para asegurar y, en su caso, reforzar la integridad física» del comisario. Y ello, añade al respecto, tanto «por la extraordinaria gravedad de los hechos que son denunciados como por el hecho notorio de que éste posee información relevante de personas de interés público, la cual puede ser de interés para el presente procedimiento».
Fuente: La Razón