Los residentes lamentan el mal estado de los jardines del barrio y piden un refuerzo en la limpieza y la poda de los setos y arbolado
«Dentro de 20 años seguramente tendremos alguna sombra». Daniel Herrero, presidente de la asociación de vecinos de Fuente de San Luis, tiró ayer de ironía para hablar de los cuatro árboles plantados en lugar de las moreras taladas a principios del pasado enero, sanas pero que el Ayuntamiento decidió abatir al ensuciar las aceras los frutos de los ejemplares desaparecidos.
Poco después aparecieron los técnicos de la contrata municipal con unos árboles de tamaño comparable con una percha, almeces que debe sustituir a los otros. «Hemos esperado para ver qué pasaba pero esto no tira hacia arriba y encima se secó uno, que tuvieron que cambiar», señaló Carlos, otro de los vecinos de la zona.
La tala de las moreras, en la calle Ebanista Caselles (tramo final de Hermanos Maristas hacia la pista de Silla) provocó un importante revuelto entre los residentes, quienes no entendían el motivo de una acción tan radical del Consistorio. «Ahora se entiende menos al comparar con las moreras que se salvaron porque pese a la poda, están a rebosar de verde y magníficas», señaló.
Hasta la Federación de Vecinos rechazó el criterio de la concejalía de Medio Ambiente, que justificó las talas por la suciedad en las aceras y el riesgo de resbalones de los viandantes. En su lugar se han plantado árboles de «crecimiento lento», como añadió Herrero.
La entidad vecinal lamentó el mal estado de conservación del jardín de la calle Grabador Jordán, a escasa distancia de donde se situaban las moreras. La concejal de Parques y Jardines, Pilar Soriano, anunció en el pleno que estas talas se extenderían a otras siete calles de la ciudad, dentro de la progresiva sustitución de las especies arbóreas más conflictivos por la caída de los frutos. Por el contrario, los vecinos demandaron una mayor limpieza y cuidados de las zonas verdes en el barrio, que a su juicio se han visto muy afectadas este verano.