Están en el punto de mira de la comunidad internacional por su actuación ante la inmigración en el Mediterráneo. Han sido acusados de dejar morir a migrantes e incluso de disparar a los buques que los rescataban. Son los guardacostas libios, primer filtro para hacer frente al negocio del tráfico de personas por la ruta del Mediterráneo central y a los que la UE ha comenzado a entrenar para que estas situaciones no se repitan. Lo hace en el marco de la Operación «Sophia», en la que España participa activamente no sólo realizando labores de vigilancia y rescate, sino también de entrenamiento.
Fuente: La Razón