La empresa pública quitará el tapiado de viviendas para que las conozcan los interesados en la subasta, la segunda de este mandato

La empresa Plan Cabanyal quitará en unos días el tapiado de ladrillos de 14 pisos de propiedad pública en el barrio. Después de colocar las puertas limpiará y retirará los restos de basura para hacerlos «visibles» de cara a los posibles compradores que se quieran acercar a verlos. La sociedad formada por el Ayuntamiento y el Consistorio iniciarán así su segunda subasta de inmuebles, tras una primera donde lograron vender 11 viviendas y sólo se quedaron dos locales sin adjudicar.
La primera cantidad irá seguida de una treintena de viviendas municipales con el mismo propósito: atraer vecinos al barrio y contribuir de este modo a recuperar las zonas más degradadas. Se trata de pisos construidos en su mayor parte en las décadas de los años 60 y 70 del pasado siglo, en fincas donde toda la propiedad no es pública.
La primera opción en la nueva estrategia municipal pasa por subastar los pisos con precios al alza, tras lo que en el caso de declararse desierto el proceso seguirá una venta directa a las personas interesadas. Las únicas dos condiciones fijadas en principio es que deben establecer su domicilio habitual en esas viviendas y no revenderlas a corto plazo para evitar la especulación.
De la misma manera, está pendiente qué hacer con los solares y edificios completos comprados en su día para que fueran derribados, dentro del proyecto municipal para la prolongación de la avenida Blasco Ibáñez y la construcción de 1.500 viviendas de nueva planta.
En los últimos meses ha cobrado fuerza la cesión del derecho de solares a cooperativas, es decir, garantizar el desarrollo urbano del Cabanyal sin que el Consistorio pierda patrimonio. No obstante, es algo a decir por el gobierno tripartito.
De manera paralela a este proceso siguen las obras de reurbanización en el barrio. Hoy se ha previsto que comiencen las que afectarán a las calles Barraca, Reina y Doctor Lluch, en el tramo entre la calle Pescadores y la avenida de los Naranjos. El concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, dijo que se trata del segundo de los tres proyectos financiados a cargo del Plan Confianza, en este caso con un importe de 1,42 millones de euros. El plazo de ejecución es de 22 semanas y la que la obra estará finalizada este año.
El Ayuntamiento tiene más de medio millar de propiedades y todavía no ha decidido qué hacer con ellas. De manera paralela a lo que ocurre con las 14 de la empresa Plan Cabanyal, este periódico pudo averiguar ayer que la delegación de Gestión del Patrimonio prepara la tasación de decenas de pisos, el paso previo para sacarlos a la venta en los próximos meses.