El arquitecto logra una puntuación mayor que la propuesta de Tomás y Escario, repitiendo el triunfo del certamen realizado hace 18 años
Parece que fue el martes, pero Alberto Peñín y Vicente Casanova entregaron hace 18 años en mano a Rita Barberá el proyecto ganador del certamen organizado por el Colegio de Arquitectos para reformar la plaza de la Reina. Los mismos autores, Miguel del Rey, Íñigo Magro, Antonio Gallud y María Teresa Santamaría, han vuelto a quedar en primera posición en el concurso del Ayuntamiento en un reñido proceso donde quedaron al final dos propuestas, la citada y otra encabezada por José María Tomás y Antonio Escario.
El equipo ganador (89,41 puntos frente a los 83,45 puntos de los segundos clasificados), tiene cinco meses y diez días para entregar el diseño al gobierno municipal, que prevé una inversión que ronda los cinco millones de euros. El proyecto tiene un coste de 169.206 euros y un reto sobre la mesa, como es aumentar el espacio peatonal, zonas de descanso y nuevos jardines.
La Mesa de Contratación ha enviado el requerimiento a los ganadores tras un concurso que ha durado ocho meses y donde se presentaron cinco propuestas. La ganadora es una unión de empresas formada por Miguel del Rey, Mediterráneo Ingenieros S.A. y Arquitectura, Ingeniería y Gestión S.L.P. A partir de la formalización del contrato empezará a correr el reloj para mostrar uno de los encargos más difíciles de los últimos años y al mismo tiempo más singulares que se pueden hacer en Valencia a un arquitecto.
La maltratada plaza de la Reina se ha convertido en un cajón de sastre con paradas de la EMT, taxis, autobús turístico, terrazas de bares y hasta una parada de calesas para paseos a caballo por el centro. Pero la pieza angular es el acceso al aparcamiento subterráneo, actualmente en el centro y que se reubicará.
El parking es de gestión municipal y uno de los más rentables de la ciudad, al tener una ocupación media anual que llega al 70%. Si no hay una propuesta alternativa de los ganadores del concurso, la previsión es que la entrada se sitúe en la entrada a la plaza desde la calle de la Paz, mientras que la salida estará en la calle del Mar, eliminando algunas plazas de aparcamiento.
El Ayuntamiento encargó a una empresa que realizara una serie de entrevistas y reuniones con entidades de la zona y vecinos. El propósito fue resumir en un documento necesidades tan dispares como las que tienen comerciantes, hosteleros, falleros y hasta los organizadores de la procesión del Corpus. La asociación de comerciantes del centro histórico participó en estos grupos de trabajo y ayer destacaron que lo más importante es conocer los planes de la EMT con todas las líneas que tienen parada en la plaza de la Reina. Es más, señalaron que «antes de aprobar la reurbanización, deberían ponerse en práctica».
El aparcamiento también se beneficiará de una parte de la inversión. Abierto en los años 70 es con seguridad el más antiguo de la ciudad y necesita un amplio repaso de su estructura. Una empresa de ingeniería realizó catas para determinar las obras más adecuadas.
La asociación de comerciantes entregó como parte de sus peticiones una ordenación de terrazas de bares con un diseño homogéneo, donde se contemple incluso la posibilidad de «grandes sombrillas que se queden por la noche plegadas a modo de arbolado».
También con el criterio de prevenir necesidades se habla de tomas de electricidad para los mercadillos ambulantes habituales, como es el caso de la escuraeta. «Incluso la churrería de la falla debería tener su toma de energía eléctrica y desagüe ya instaladas, al igual que un pavimento ignífugo para los monumentos». Esto último se tuvo en cuenta por ejemplo en la plaza del Pilar.
La jardinería es otra de las dificultades que se encontrará el equipo coordinado por Miguel del Rey. La mayor parte del espacio de la plaza está dominado por el aparcamiento subterráneo, lo que deja pocas opciones de plantaciones. Además, deberán tener en cuenta hasta dónde llegará el transporte público y si habrá un carril para tráfico privado entre la calle de la Paz y la calle del Mar. El proyecto y la obra estará gestionado por la concejalía de Movilidad, cuyo delegado, Giuseppe Grezzi, anunció a finales del pasado año que la reforma de esta plaza conducirá a posteriores obras en Paz, Poeta Querol y San Vicente, para configurar un nuevo modelo de accesibilidad al centro. No obstante, esto carece de plazos y lo único seguro es el compromiso del Consistorio de actuar este mandato en la plaza de la Reina.
El encargo de la propuesta ganadora tiene pocas premisas. Las que aparecen en el pliego de condiciones hablan de una peatonalización acorde con el entorno histórico en el que se encuentra de acuerdo con el diseño ganador del concurso del Colegio de Arquitectos de la Comunidad Valenciana de 1999, llamado con el lema TITOLIVIO y con una cripta arqueológica en la parte próxima a la Catedral, donde es posible que aparezcan restos medievales y de época romana.