El aperitivo: culto universal, delicatessen por entregas

El aperitivo es algo consustancial a la cultura mediterránea. Celebramos que el vermut vuelva a latir con fuerza tras años de olvido. Surge una dinámica muy positiva con la primavera ya consolidada. De hecho cabe la posibilidad de que surja un gran amor gustativo con el aperitivo. Y contra todo pronóstico se convierta en una relación gastronómica estable.

Aperitivo espirituoso, macerado, acompañado de conservas premium, encurtidos de referencia y salazones gourmet. Los grifos de vermut comienzan a invadir las barras, mientras el espirituoso interactúa con cítricos y hielos sobre nuestros paladares. De costumbre de culto popular a ritual gourmet

No rechazamos cometer ningún exceso. Los años pasan, pero el aperitivo mantiene intacto su carisma en cualquiera de sus versiones. Su capacidad no desaparece, se reinventa con la llegada de nuevos locales. Recorremos las nuevas aportaciones al aperitivo caracterizadas por un tributo al vermut. Originario de Francia e Italia cobra prestigio velozmente en el siglo XX en nuestro país. Puede que su consumo no resulte tan familiar al gran público, pero su sombra sigue presente como tendencia gustativa reeditada por imperativo de las modas hosteleras.

Una costumbre con peso histórico hace del aperitivo un clásico con garantías. Múltiples y variopintas versiones. El paladar parroquiano recupera lentamente el ritual matutino con la complicidad gourmet. Bendecimos el callejeo del aperitivo mientras buscamos bares de referencia.

El primer paso, ineludible, es comenzar por Vermúdez (Sueca, 14). Aperitivo simétrico. Torrezno de pulpo es el objeto de nuestro desvelo culinario. Ahora y aquí. Grábenselo a fuego en el paladar Con sentido estético desarrollado se rodea de 45 referencias de vermut. No se repriman vivirán momentos inolvidables. Es un buen momento para apostar. Es tiempo de conquistas.

El aperitivo está decidido a hacerse valer. Pisa fuerte y estrena escenarios. Ultramarinos Agustín Rico (G.V. Germanías, 17). Apuesta gustativa acreditada con resultados garantizados. Nos debatimos entre las conservas premiun y los salazones de referencia. Aperitivos universales y temáticos. El vermú de grifo patrocina el reencuentro.

El aperitivo se reedita con la virtud de estar en el momento adecuado. La hipnosis gustativa es clara pero por alguna razón ha estado escondida mucho tiempo. «Vermuteamos» hasta la extenuación. El careo gustativo se impone: cerveza, vermut y vino nos abordan de forma similar. El clásico aperitivo tras años de abandono accidental se ha convertido en referencia singular, moda fashion para las nuevas generaciones. El retorno cotizado del espirituoso macerado.

El aperitivo gobierna la sesión matutina previa a la comida. Su poder de seducción y de conquista está en alza. Los augurios del vermut son excelentes. Guiño (Gran Vía Marqués del Turia, 12). La calidad flota en la barra.

Otros se han convertido en patria y refugio del vermut con el paso del tiempo. El Almudín (Almudín, 14). Nunca nos decepcionan. Croquetas y ensaladilla. Los Madriles, nueva taberna (Antiguo Reino de Valencia, 48 ). Barras pioneras e históricas conviven como referencias de marcado carácter premium. Casa Montaña ( José Benlliure, 14).

El vermú transforma el devenir del aperitivo, somos pasionales y absorbentes. Fidelidad y lealtad a la bebida favorita aunque se establecen coqueteos con otras identidades vinícolas y espirituosas. Aunque nos recomiendan evitar estas últimas tentaciones con el fin de llegar a destino.

El aperitivo es el hogar del trotamundos vermú, aunque no lo tiene fácil ante la omnipresente rubia y el vertiginoso consumo vinícola, comienza a imponerse como costumbre milagrosa que brota de grifos encastrados, escenificada con especial hincapié, en barras de comentada longevidad. El aperitivo como culto universal, delicatessen por entregas.

Source: Comunitat Valenciana

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *