Los artistas del festival Burning Man en Nevada buscan mecenas para volver a montar el proyecto y hacer la cremà en Valencia
Mario Gual comienza a diseñar los ninots que viajarán hasta Reino Unido para participar en el ‘Light up Lancaster’
En el año en el que las Fallas aspiran a ser declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad -se sabrá en noviembre- lo que ya se puede afirmar con rotundidad es que este arte único está traspasando fronteras. Este verano los artistas David Moreno y Miguel Arraiz han conseguido que en todo el mundo se admire la falla inspirada en la Lonja de Valencia que tuvo como escenario el desierto de Nevada.
La falla que plantaron en la ciudad efímera de Black Rock, donde se celebra el festival Burning Man, ha servido para poner a Valencia en el mapa y no faltó la foto de esta falla coronada por senyeras.
También el artista Mario Gual tiene otro reto: conquistar el festival ‘Light up Lancaster’ en el Reino Unido, que se celebrará en noviembre.
En ambos casos el objetivo es claro: que se hable de las Fallas en todos los idiomas y que el mundo conozca y valore esta artesanía.
En el caso del festival Burning Man, David Moreno y Miguel Arraiz, están orgullosos de haber hecho de embajadores de las Fallas. «Nos llamaron para representar a Valencia en un festival tan creativo y logramos ser uno de los únicos seis proyectos no americanos becados».
Cuentan con satisfacción que en la conferencia de inauguración del festival, la fundadora de Burning Man, Crimsom Rose, «centró su discurso en Valencia y las Fallas».
Y añaden que el proyecto ha despertado mucho interés. «Hicimos un vídeo cuando iniciamos una campaña de crowdfunding y aquí tuvo 30.000 visualizaciones, pero ahora, ya hay 163.000, todas ellas de personas de California. Y la gente quería saber más cosas de la ciudad».
David y Miguel narran con entusiasmo «que no hay ninguna otra falla en la historia que haya contado con tanta participación», y es que se ha creado de forma colaborativa. Han ayudado artistas del gremio, que han creado caretas reproduciendo moldes de artistas como Vicente Luna, Vicente Lorenzo, Huerta o Raúl Martínez (Chuky), entre otros.
Además, por el taller de David han pasado 150 personas que han ayudado a decorar las caretas con pan de oro. «Y 300 falleros de Torrent se unieron para diseñar el suelo de mosaico tipo Nolla», añaden. Y hay que añadir que el montaje de la falla en el desierto fue gracias a un equipo de voluntarios.
El material que han utilizado para esta falla, que estuvo expuesta del 26 de agosto al 5 de septiembre, es el cartón, elemento que ya utilizaron estos artistas en el último año de Nou Campanar. «Corregimos errores y le dimos al carón un recubrimiento hidrófugo, además de añadirle una piel», explican. Era resistente al agua y estaba diseñada para aguantar vientos de 160 kilómetros.
Un día el mal tiempo les puso a prueba el proyecto. «Llovió con gran intensidad y nos tuvimos que refugiar en el desierto en coches y una caravana. Con el zoom de las cámaras de fotos pudimos ver que el viento tiró el andamio de 6 metros, pero la falla aguantó», indican.
Aunque firmas de EE.UU. se han interesado por adquirir la falla, David y Miguel han preferido que regrese a Valencia. Ayer comenzó su viaje en barco desde Oakland y llegará a finales de octubre.
Cremà en Doctor Collado
Ahora estos dos artistas soñadores se han marcado el reto de buscar mecenas que quieran financiar el coste de regreso de la falla y el montaje de un evento para volverla a plantar en casa y hacer la cremà. «Como es un homenaje a la Lonja, que es Patrimonio de la Humanidad, la diseñamos pensando que quizá se pudiera quemar en la plaza Doctor Collado». La idea es extrapolar la filosofía del Burning Man y hacer en el futuro planes de colaboración para unir las dos ciudades.
De momento, el reto está en marcha y ya han grabado material audiovisual, incluso con la falla a vista de un dron, para crear un documental sobre la experiencia.
Ahora es Mario Gual el artista fallero que tiene que ponerse manos a la obra para crear la falla que viajará a Lancaster. Todo partió de una propuesta lanzada desde un estudio de arte, ‘Green clouse’, que contactó a través de doctora universitaria española, Carmen Ríos, del departamento de Lenguajes y culturas españolas de Lancaster, con la Junta Central Fallera para encargar un proyecto, tal como narra Montse Catalá, vicepresidenta de la Junta y responsable de Promoción Exterior.
El gremio de artistas confió la idea en Mario Gual, puesto que además el joven artista domina el inglés, y estos días se está cerrando el contrato para hacer el proyecto realidad.
Reto inglés
Mario Gual explica que la plantà será el 3 de noviembre y que la falla, en este caso infantil, quedará expuesta en una carpa en la zona de Dalton square. En este festival de Lancaster hay exhibiciones de teatro, instalaciones luminosas y también habrá una falla dedicada a personajes importantes de Lancaster, como Richard Owen, que inventó el término ‘dinosaurio’.
La directora del estudio de arte ‘Green Clouse’ ya pudo comprobar en Valencia las pasadas Fallas la importancia de la luz en las fiestas del cap i casal, con la cremà, el uso de la pólvora y la iluminación de calles, como las de Ruzafa, y en noviembre parte de ese arte viajará a Lancaster. Montse Catalá habla de la importancia de dar a conocer las Fallas en un festival como el de Lancaster «que en 2015 generó un impactó económico de 750.000 libras y en 2014, 573.000 libras».