El proyecto se reactiva después de que el Supremo no admita el recurso vecinal contra la instalación, que se revisará por seguridad
El Ayuntamiento tiene previsto notificar en las próximas fechas a la Fundación para la Restauración de la Basílica de la Virgen la decisión del Tribunal Supremo de inadmitir el recurso de casación de la comunidad de vecinos de la plaza de la Virgen, 4, contrarios a que se utilice la fachada de esta finca para sujetar los cables del toldo que cubre este espacio durante los eventos que congregan a una gran afluencia de público. Solventado este litigio judicial, se pondrán en marcha las estipulaciones aprobada en mayo de 2015 para realizar las últimas obras y poder desplegar la lona. El presupuesto asciende a 92.157 euros y correrá a cargo del presupuesto del Consistorio.
Fuentes de la concejalía de Desarrollo Urbano comentaron que habrá una «inspección previa y posibles actuaciones de mantenimiento en los siete anclajes del edificio situado en el número 4 de la plaza de la Virgen». Fue precisamente durante este trabajo cuando se paralizó la intervención en 2012.
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Ahora, indicaron las mismas fuentes, no se espera un nuevo litigio, aunque no descartaron algún recurso a futuras actuaciones. En las estipulaciones se indica que la revisión se hará «desde la fachada y desde el interior de las viviendas, si se considera necesario a la vista de su estado desde el exterior». También se habla de la redacción de un proyecto modificado, que deberá hacerse ahora, que por razón del «incremento de presupuesto derivado de la inclusión de los medios auxiliares y de las operaciones necesarias para culminar la instalación, resulta legalmente necesario».
El aumento de costes se debe al propio proyecto, el añadido de elementos de seguridad, mecánicos y ensayos, así como a la coordinación de obras. El Consistorio pagará las cantidades a la fundación conforme se vayan librando las facturas. La inversión total supera los 300.000 euros y la instalación es una propiedad municipal, por lo que el convenio finaliza con la obligación de permitir el acceso a los técnicos del Consistorio a la cubierta del templo mariano para su mantenimiento.
El nuevo toldo de la plaza de la Virgen es de 1.200 metros cuadrados, tiene la mitad de peso que el anterior y se recoge cuando la velocidad del viento aumenta y también los días de lluvia o por las noches.
Un informe municipal dictaminó en 2012 que las grietas detectadas en el edificio, según los técnicos, «son más propias de los asientos diferenciales de viguetas o deformaciones de forjados, flechas y cargas de muros de cerramientos sobre los forjados y no guardan relación con el toldo y sus anclajes».
El toldo se cambió por el mal estado de la instalación anterior. La estructura había llegado a provocar problemas en el tejado del edificio, que estaba en rehabilitación desde unos años antes. Fue cuando se repintaron las fachadas y se realizó una intervención a fondo en la cubierta, cuando los responsables de la fundación y el Consistorio decidieron apostar por una lona más ligera y con un plegado automático en caso de fuertes vientos. Estos años, la plaza ha registrado decenas de eventos sin protección al sol.