El PP ha calificado como «una irresponsabilidad y un despropósito» la campaña de la Concejalía de Medio Ambiente
En un comunicado, la concejala ha advertido de que esta campaña «esconde» la intención del alcalde, Joan Ribó, de «desatender por completo su obligación de mantenerlos sin hierbas y limpios» al mismo tiempo que implica el riesgo de que «las personas que adopten los alcorques hagan agujeros para plantar flores o plantas, o que rieguen en exceso, sin ningún tipo de supervisión de los técnicos municipales de jardines, y que esto acabe dañando los árboles».
Bernal ha recordado que durante los gobiernos municipales del Partido Popular se puso en marcha una campaña para adoptar un árbol monumental, «que nada tiene que ver con esta iniciativa del tripartito» porque en esa ocasión se hizo «sin dejar de atender ninguna de las obligaciones que tiene el Ayuntamiento para mantener limpios los alcorques, mientras que ahora, después de dejarlos llenos de hierbajos, quieren que sean los vecinos quienes se encarguen de esta responsabilidad».
«Ribó ha dejado los alcorques dos años abandonados sin ningún mantenimiento, llenos de malas hierbas, que han alcanzado tal altura que en muchos casos se juntan con las ramas de los árboles», ha remarcado Bernal, que indica que «si la excusa dada hasta ahora por Ribó y Pilar Soriano para dejar crecer las hierbas en los alcorques era que así se evitaban los herbicidas y se favorecía un proceso natural, es una contrariedad que ahora permitan que se cultiven flores y plantas, que igual pueden necesitar un abonado o fumigación, que tampoco sabemos si perjudicaría a los árboles».
Por ello, Lourdes Bernal ha anunciado que su grupo presentará preguntas a la Comisión de Medio Ambiente para que el alcalde aclare en qué va a consistir esta campaña de adopción de un alcorque, si va existir un control por parte de los técnicos municipales de las plantaciones que se hagan y del cuidado que necesiten y qué manera van a quedar señalizados los alcorques que serán adoptados y los que serán controlados por el Ayuntamiento, «en los que con toda seguridad seguirá dejando que crezcan las malas hierbas».