La nueva ordenanza actualiza la normativa de 1994 e incluye un espacio para bicis equivalente al menos al 10 % del ‘parking’

El Ayuntamiento aprobó ayer el proyecto de ordenanza de aparcamientos, que sustituirá tras el visto bueno definitivo a la normativa vigente desde 1994. Una de las principales novedades radica en la obligación de reservar espacio para el estacionamiento de bicicletas, tanto en garajes comunitarios como en parkings públicos.

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Según el documento que pasó por la junta de gobierno, los edificios de uso residencial de nueva planta o los sometidos a rehabilitación integral, dispondrán de espacios cerrados, protegidos, seguros y con acceso restringido destinados al aparcamiento de bicicletas.

Estos espacios contarán con dispositivos para el amarre seguro y efectivo de las bicicletas y se ubicarán en «plantas accesibles mediante rampas peatonales o ascensor con cabina suficiente para bicicletas. En el caso de que el acceso de las bicicletas sea compartido con los peatones, se prohibirá la circulación, debiendo apearse de las mismas. La puerta de acceso tendrá unas dimensiones mínimas de 0,90 metros de ancho por 1,90 metros de alto».

El siguiente punto añade que los estacionamientos para turismos dispondrán de un espacio destinado al aparcamiento de bicicletas con una capacidad de al menos el 10% del total de plazas, contarán con dispositivos para el amarre seguro y efectivo y se ubicarán lo más próximo posible al puesto de control».

La Ley de Movilidad de 2011 aprobada por la Generalitat ya prevé esta reserva de estacionamiento, aunque debe desarrollarse un reglamento que evite interpretaciones distintas en cada municipio. Las empresas promotores se quejan de que esta indefinición retrasa la concesión de licencias de obras.

La nueva ordenanza de aparcamientos vendrá a llenar este vacío, con lo que quedará definido al detalle los requisitos que deben cumplirse en todos los proyectos que se presenten en el Consistorio. Es normal encontrar en la actualidad bicicletas colocadas de cualquier manera en las plazas destinadas a otros vehículos, incluso colgadas de la pared o un pilar del estacionamiento.

La obligación de reserva para bicis se contempla en algunos proyectos municipales, como es el aparcamiento subterráneo de la plaza Ciudad de Brujas, donde estará en la primera planta de sótano, incluido un espacio para el transporte de mercancías con este tipo de vehículo.