La moción del equipo de gobierno incluía una condena expresa del franquismo que el PP y Ciudadanos se negaron a apoyar, aunque el partido de Giner aseguró después que fue «por error»
La aprobación de subvenciones a las comisiones de falla que tienen que cambiar su denominación por la sustitución de nombres en el callejero, al aplicarse la Ley de Memoria Histórica, propició una polémica entre grupos municipales durante el debate de dicha moción.
[wp_ad_camp_2]En la votación de concesión de las ayudas, el grupo municipal Compromís incluyó una cláusula adicional para que el consistorio hiciera un acto de «condena expresa» del régimen franquista. Y ahí, el PP y Ciudadanos votaron que no. Lo que puso en bandeja la crítica del equipo de gobierno. Y así, el portavoz de Compromís, Pere Fuset, aseguró que «resulta evidente que lo que molesta a PP y Ciudadanos de esta moción no es el apoyo económico lógico a las comisiones, sino el rechazo y la condena expresa del régimen dictatorial franquista» en referencia a esa segunda propuesta de acuerdo incluida en la moción.
«No es la primera vez que el PP actúa de esta forma y tendrá que dar explicaciones a las personas que les han votado y que discrepan con este comportamiento radical» aseguró Fuset. Ayer, tras la votación, Ciudadanos expresó que el voto en contra fue por error, al no entenderse bien los términos de la moción.
Las ayudas entrarán en los presupuestos de 2018. ¿En qué van a consistir? En reembolsar, previa presentación de factura, aquellos gastos que suponga a las comisiones el cambio de nombre en elementos muy específicos. A falta de que se redacten las bases, se entienden que éstos podrían ser, por ejemplo, el estandarte, letreros luminosos de la entrada al casal, murales o mosaicos. No incluye, por ejemplo, los sobres de correspondencia porque se entiende que éstos se agotarán y que los comercios también podrían reclamarlo para, sus envoltorios. También falta por determinar la cuantía, aunque dado que se trata de pocas comisiones, una línea de ayudas mínimamente sólida podría suponer el reembolso de gran parte del coste.
Dos fallas ya han cambiado
¿Cómo llevan las comisiones los cambios? De momento, con poca prisa. Tan sólo dos lo han puesto ya en práctica. General Llorens ya ha quitado al Doctor Marco Merenciano y lo han sustituido por José del Río y Linterna-Na Robella (que preside un ex alcalde del PP de Teresa, Paco Maestre) también se ha aplicado a la hora de rebautizar su tercer nombre, cambiando al Barón de Cárcer por Avenida del Oeste.
Manuel de Falla-López Ibor-Tamarindos es un caso curioso porque, coloquialmente, ha sido habitual prescindir de López Ibor, con lo que la denominación «Manuel de Falla-Tamarindos» suele ser la más coloquial.
También es residual el Samuel Ros de Islas Canarias-Trafalgar-Samuel Ros. Ni siquiera aparece en el escudo de la comisión. Más aún, el nombre coloquial que tienen es «Falla Trafalgar». En los carteles de los últimos actos, como el de la exposición fotográfica del 50 aniversario se limitaron a denominarse «Islas Canarias-Trafalgar».
Con la falla Mártires-Ibáñez Alonso no parece ir el problema. En su cartelería no aparecen estos nombres y no parece que ocurra lo mismo cuando pasen a ser Plaça Llotjeta-Solidaritat. Más que nada porque en todas aparecen como «Falla Massarrojos».
La realidad de cada comisión es diferente. Es más difícil, a nivel de costumbre adquirida, cambiar el nombre si éste es el de la primera calle que les da nombre. Entre otras cosas, porque no son pocas las comisiones que apocopan su denominación a esa primera calle o incluso la convierten en apodo.
Por ejemplo, Eduardo Marquina no ha cambiado su nombre por el de Pere María Orts. Ya han anunciado que lo harán, pero tienen institucionalizado el apodo de «Els Marquiners», que lo hará pervivir.
«els40debarroso»
General Barroso-Litógrafo Pascual y Abad se ha encontrado con el cambio en plenos fastos de aniversario de tal manera que sus hastag del año lo incluyen: «els40debarroso» o «barrosolopeta». Sus vecinos de General Barroso-Calvo Acacio tampoco han realizado el cambio del militar por la que será nueva denominación de «Jerónima Galés-Calvo Acacio» ni en Avenida de la Plata-General Urrutia.
La de Mónica Oltra, aún no…
Curiosamente, la comisión de Mónica Oltra tampoco ha regularizado su nomenclátor. El Ángel del Alcázar está traducido (Angel de l´Alcàsser), pero la denominación Jurats-José Maestre aún no está vigente, lo mismo que sus vecinos de Santa Cruz de Tenerife-Ángel del Alcázar.
Gayano Lluch-Doctor Marco Merenciano es un nombre tan largo, que desde hace mucho tiempo hablan casi siempre de la «Falla Gayano¡», aunque el doctor franquista sigue apareciendo de vez en cuando. Lo mismo sucede con Juan Bautista Vives-Salvador Ferrandis Luna, que debe cambiar este último nombre.
…y la JCF tampoco lo ha cambiado
Pero que el cambio se ha tomado con calma se demuestra incluso en la Junta Central Fallera. En la Clasificación de Fallas que se ha remitido a los presidentes a través de los delegados de sector, se mantienen todos los nombres franquistas. Hasta el doctor Marco Merenciano
Fuente: Levante-EMV