Hoy hace 50 años que…
El 11 de febrero de 1967 circularon los últimos tranvías dentro del perímetro de circunvalación, los correspondientes a las líneas 9 Estación Valenciana-Cementerio y 11 Estación Valenciana-Patraix. Dejó de ser espectáculo ver pasar por la cerrada curva de la calle Micalet a los tranvías sobre bogies tipo 400 del modelo zeppelín, más estilizados que los mastabas. Con una particularidad, que el 9 tuvo dos modificaciones de recorrido en sus siete últimos meses: el 10 de julio de 1966 le sustituyeron el paso por las calles San Vicente y Periodista Azzati por el final de trayecto en la rotonda que había dejado libre la línea 1 en la entonces plaza del Caudillo, y poco tiempo después prolongaron su recorrido hasta la Estación Valenciana.
Ambas líneas fueron sustituidas por autobuses Pegaso que entre las Torres de Serranos y la calle San Vicente realizaron el mismo recorrido que los tranvías, mientras que en el trayecto del centro hacia la calle de Sagunto, en sustitución del tramo por las calles Campaneros y Micalet circularon por las calles Paz y Comedias, la plaza San Vicente Ferrer, las calles Trinquete Caballeros y Palau, y la plaza de la Almoina, para salir a la plaza de la Vírgen tras pasar bajo el puentecito entre la Catedral y la Basílica de la Vírgen. Líneas de autobuses 9 y 11 con el mismo itinerario hasta la plaza Jesús, donde el primero continuaba hasta el Cementerio y el otro se adentraba por viarios del barrio Patraix. Recorridos con variaciones posteriores hasta la supresión del servicio público por la plaza de la Vírgen y calles adyacentes, que fueron el comienzo de la desaparición paulatina de los transportes públicos en los barrios de La Seu, Carmen y Mercado.
La circulación entre 1999 y el 7 de agosto de 2008 de la línea de microbuses 5B-Ciutat Vella fue la excepción. Sin embargo, en lugar de desviar su recorrido por otras calles del viario urbano, como hicieron con las restantes líneas de la zona, la suprimieron cuando comenzaron las obras para el estacionamiento y la estación subterránea de la T-2 en la plaza de Brujas. Dijeron que por un periodo aproximado de 15 meses pero han pasado casi ocho años y medio y no la han repuesto. Desafortunadamente nos diferenciamos de otras ciudades españolas donde buenos servicios de microbuses enlazan los intrincados barrios antiguos con los modernos para evitar el despoblamiento y facilitar los intercambios comerciales y turísticos.
Últimos años de los tranvías de Valencia, en este y otros comentarios, para los que he tenido la inestimable ayuda del libro inédito de Enrique GoñÍ sobre este medio de transporte de viajeros en la capital valenciana.
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