El comisario sobre las esculturas eróticas en el puerto: «Les vendrá bien a los niños»

En plena era de polémicas sobre la libertad de expresión, la exposición de las esculturas del artista Antoni Miró que se exponen en la Marina de Valencia han desatado el enfado de un sector que considera que este espacio público transitado frecuentemente por familias no es el más adecuado para una muestra de temática erótica. Pero frente a aquellos que critican el espacio, el comisario de la exposición, Fernando Castro, opina que a los niños les vendrá «bien». Recordó que «les damos clase de educación sexual y queremos que se formen en historia del arte». Alertó de que a «esos mismos niños, sus padres les ponen a jugar con videojuegos» de violencia y con armas militares y en la exposición ven piezas «nada hiperrealistas» de imágenes recortadas para que «se vea la relación entre el paisaje de la naturaleza y el corporal». Lamentó el revuelo desatado y el hecho de que «parece que preocupa más el erotismo» que la corrupción o el terrorismo.

La exhibición está impulsada por Presidencia de la Generalitat y la Conselleria de Cultura y se inaugurará de manera oficial el próximo día 25.

Mientras el portavoz del grupo popular en el Ayuntamiento de Valencia, Eusebio Monzó, apostaba por buscarle a las obras un «lugar más adecuado» lejos de la vista de los más pequeños, desde el Consorcio Valencia 2007 calificaban la polémica «de risa». «Es arte y ya está», defendían los portavoces de la entidad que gestiona este espacio público.

El alcalde Joan Ribó negó competencias en el asunto y recordó que la marina tiene «libertad de acción» y el Ayuntamiento «respeta su funcionamiento». Recordó que este tipo abundan en museos de Italia y otros lugares y «no pasa nada».

Por su parte, fuentes de Presidencia declararon que respetan «la libertad de los comisarios para poder elegir las obras que se exponen».

Fuente;: La Razón

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