El complejo pulso entre el Ejército y Hamás en Gaza

Los recurrentes ataques desde la Franja de Gaza a Israel con globos y cometas incendiarias, que han provocado ya más de mil incendios en el sur del país en los últimos tres meses, se cobraron ayer el primer muerto en las filas de Hamás. Israel abrió fuego hacia una de sus células que estaba enviando estos dispositivos incadescentes hacia los poblados civiles del lado israelí de la frontera. Tras el ataque, uno de los miembros falleció. Muy poco después, Hamás lanzó una carga explosiva hacia una patrulla del Ejército que recorría la frontera y disparó morteros hacia las comunidades israelíes. Algunos de ellos cayeron dentro de uno de los poblados de la zona de Eshkol, a muy pocos kilómetros de la Franja de Gaza, y encendieron las alarmas.

Hamás ha estado intentando fijar en el terreno una ecuación a su favor, según la cual cada disparo israelí conducirá al lanzamiento de morteros o cohetes hacia territorio israelí, aun cuando Israel abre fuego para responder a un ataque previo de la organización. Un ejemplo es la lucha contra el envío de globos incendiarios hacia Israel, un arma primitiva pero que ya ha quemado más de 30 kilómetros cuadrados en el sur del país.

Durante los primeros meses de esta singular ofensiva, Israel se ha abstenido de responder de forma activa, dedicándose exclusivamente a intentar derribar los globos y cometas, especialmente con drones. Pero en las últimas semanas, el Ejército comenzó a disparar cerca de células de Hamas que lanzaban las cometas, y ya en los últimos días empezó a apuntar directamente a los militantes de la organización.

Durante las últimas semanas, las autoridades palestinas han debatido sobre la posibilidad de disparar abiertamente para matar a todo aquel que lance globos o cometas –como exige el jefe del partido El Hogar Judío Naftali Bennett– o actuar de acuerdo a cada situación puntual, como sostiene el comandante en jefe del Estado Mayor, teniente general Gadi Aizenkot. En la última sesión del Gabinete, se filtró a la prensa una dura discusión entre ambos, en la que Aizenkot recalcó que «los valores de Tzahal (las Fuerzas de Defensa de Israel) determinan que no se dispara a niños, y ésa es parte de nuestra fortaleza». En la práctica, los niños son minoría, pero cuando lo hacen, son usados por Hamás.

El lanzamiento de los globos y cometas comenzó como iniciativa civil pero ha sido utilizada por Hamás desde hace ya tiempo. Israel ha dado a entender que la organización árabe tiene pocos días para poner fin a este tipo de ataques. Por ello, para escenificar su determinación, el Ejército ha emplazado baterías antimisiles «cúpula de hierro» tanto en el sur como en el centro del país y en la zona metropolitana de Tel Aviv.

Fuente: La Razón

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