El enfrentamiento entre la Generalitat y las Diputaciones de Alicante y Castellón- ambas dirigidas por el PP- se escenificó ayer en un acto en Alicante en el que coincidieron el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y el de la Diputación de Alicante, César Sánchez.
La relación está rota desde que se aprobaron los decretos de turismo y deporte que retiran la competencia en estas materias a las Corporaciones provinciales. Lejos de tratar de apaciguar los ánimos, el jefe de Gabinete del Presidente, Arcadi España, dijo el lunes que se estudia aplicar la misma fórmula para el área de cultura. Ayer, Puig matizó esta declaración en Alicante y aseguró que no está, «en estos momentos», sobre la mesa y delegó la decisión en el conseller de Cultura, Vicent Marzà.
Se trata de una de las áreas de mayor importancia económica y que permitirá a la Generalitat asumir la dirección de museos tan relevantes como el Muvim o el Marq.
En el caso de Alicante, el área de cultura, con 13,3 millones representa el siete por ciento del presupuesto para 2016, la quinta de las 14 áreas en las que se distribuyen las inversión. En Castellón la partida en esta materia asciende a 8,1 millones y representa el 5,8 por ciento del total. Por último, en Valencia, suma 23 millones y representa el 5,8 por ciento del total.
Ambas Corporaciones ya advirtieron en declaraciones a LA RAZÓN que si la Generalitat imponía la misma fórmula para cultura que la empleada en las áreas de turismo y deporte, acudirían a los tribunales para defender la autonomía de las Diputaciones. Exigen que se abra una etapa de negociación y diálogo mientras los servicios jurídicos de ambas instituciones ultiman ya los primeros recursos.
Sin embargo, Puig no demostró ayer la más mínima intención de comunicar sus intenciones a Sánchez. Ambos participaron en la jornada «Comunitat Valenciana en digital», celebrada en el Auditorio de la Diputación de Alicante (Adda).
Sánchez lamentó que Puig se reúna a «diestro y siniestro con todo el mundo menos con él», a pesar de que ya le ha pedido una cita en alguna ocasión.
Dijo que la actitud del presidente tiene mucho que ver con que «tienen una idea muy diferente» de la Comunitat. «Yo creo en una diversa, respetuosa, con sus singularidades, y en la que las tres provincias vertebren un mismo territorio», mientras que «con imposiciones, decretos y falta de diálogo, lo único que se hace es un flaco favor al futuro del territorio valenciano».
Por su parte, Puig aseguró que no le consta que le haya pedido una reunión y es más, afirmó que estuvo hace muy poco con él y no le comentó que «tuviera ninguna urgencia».
Sobre los decretos de turismo y deportes dijo no estar dispuesto entrar en ninguna guerra y que el único objetivo de la Generalitat es mejorar la coordinación entre instituciones para que los recursos públicos se utilicen de la manera más eficiente posible, «es sentido común».
Source: Comunitat Valenciana