Tal día como hoy del año 1884, después de haber ganado la oposición a la cátedra de Anatomía de la Facultad de Medicina de Valencia, el doctor Santiago Ramón y Cajal abrió un gabinete médico en la calle de las Comedias, nº. 16 de Valencia.
Santiago Ramón y Cajal fue un médico especializado en histología y anatomía patológica. Compartió el premio Nobel de Medicina en 1906 con Camillo Golgi “en reconocimiento a su trabajo sobre la estructura del sistema nervioso” Mediante sus investigaciones sobre los mecanismos que gobiernan la morfología y los procesos conectivos de las células nerviosas, desarrolló una nueva y revolucionaria teoría que empezó a ser llamada la “doctrina de la neurona”, basada en que el tejido cerebral está compuesto por células individuales.
Humanista, además de científico, está considerado como cabeza de la llamada “Generación de Sabios”
Nació en Petilla de Aragón, un exclave navarro rodeado por la provincia de Zaragoza el 1 de Mayo de 1852, hijo de Antonia Cajal y Justo Ramón Casasús, ambos procedentes de Larrés (Huesca). Vivió su infancia entre continuos cambios de residencia por distintas poblaciones aragonesas, acompañando a su padre, que era médico cirujano; así, con apenas dos años la familia dejó Petilla de Aragón para mudarse a Larrés, el pueblo del padre, y de allí a Luna (Zaragoza) a Valpalmas (Zaragoza) y a Ayerbe (Huesca)
A finales del siglo XIX, Santiago Ramón y Cajal era, en Valencia, un modesto catedrático de Anatomía, empeñado en estudiar en su pequeño laboratorio la textura del sistema nervioso para, como él mismo decía, «averiguar el cauce material del pensamiento y de la voluntad y sorprender la historia íntima de la vida». Carecía todavía de medios y planes definidos sobre cómo iniciar tan ambiciosa tarea. Fue precisamente un valenciano emigrado a Madrid, Luis Simarro quien, mostrándole el método de Golgi, le proporcionó la herramienta que necesitaba para convertirse en el primer y más brillante explorador del cerebro de la moderna Neurociencia.
Cuando unos años más tarde, en 1906, Ramón y Cajal obtuvo el Premio Nobel de Medicina y Fisiología, la España ignorante y científicamente atrasada de su tiempo lo convirtió en héroe nacional y en un mito. Posiblemente, más de un valenciano de entonces lamentó que su universidad no hubiera puesto, en el momento adecuado, los medios para retener a tan insigne investigador. El caso de Santiago Ramón y Cajal fue tan excepcional e imprevisible que, como lúcidamente señaló su contemporáneo Ortega y Gasset, representó para España, «no una gloria sino una vergüenza, al tratarse de una casualidad»
En las imágenes vemos el manuscrito autógrafo de la memoria didáctica que Ramón y Cajal redactó para las oposiciones a la cátedra de anatomía de Valencia. Don Santiago lo regaló a su primer discípulo, Juan Bartual Moret, cuyo hijo, Rafael Bartual Vicens, lo donó a la Biblioteca y Museo Históricomédicos de la Facultad de Medicina de Valencia. Ambos fueron rectores de nuestra Universidad; retrato de don Santiago manejando el micrótomo, esta fotografía fue realizada con disparador automático por el propio Ramón y Cajal, asimismo podemos ver la portada de su libro “Manual de Histología normal y de técnica micrográfica” editado en Valencia por Pascual Aguilar, 1884-1888 y dos instantáneas de sus viajes, junto con un grupo de amigos, por la Albufera de Valencia.