Dos misiles «Patriot» disparados por Israel derribaron un avión de combate «Sukhoi» sirio que, según Tel Aviv, se había adentrado 1,8 kilómetros en el espacio aéreo israelí. Los radares de la defensa antiaérea de Israel lo captaron ya poco después de levantar vuelo del aeropuerto T4, a 270 kilómetros de la frontera israelo-siria en dirección al sur. Entonces, la batería de «Patriot» emplazada en la ciudad de Safed recibió autorización de la central de la Fuerza Aérea en la comandancia del Estado Mayor y abrió fuego para interceptar el avión sirio.
Los misiles fueron disparados sin previo aviso, dado que Israel ha aclarado repetidamente tanto a Siria como a Rusia que no aceptará la erosión de los acuerdos de separación de fuerzas con Siria de 1974 y, por ende, reaccionará ante cualquier violación.
«La penetración de nuestro espacio aéreo es una flagrante violación del Acuerdo de Separación de Fuerzas con Siria», declaró el primer ministro, Benjamin Netanyahu. «He dejado claro que no aceptaremos violaciones de ese tipo. No permitiremos ninguna infiltración ni fuego desviado a nuestro territorio, ni por tierra ni por aire. Insistimos que los sirios respeten estrictamente el acuerdo entre nosotros».
Este mensaje fue transmitido directamente por Netanyahu al presidente Vladimir Putin en sus encuentros y conversaciones recientes. Y esta semana en Jerusalén s su ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, y al jefe del Ejército ruso. Los contactos directos y asiduos entre Israel y Rusia son considerados clave por el Gobierno hebreo, especialmente al aproximarse el régimen de Bachar al Asad al sur, en su intento de recuperar el control de dicha zona, lo cual lo acerca a la frontera con Israel.
El Ejército hebreo no se pronunció públicamente sobre la intención que se estima tenía el avión de combate sirio. Pero analistas especializados dan por sentado que se hallaba en camino a atacar posiciones de rebeldes al régimen ubicadas cerca de la frontera con Israel.
Ron Ben Yshai, destacado comentarista de asuntos militares del portal israelí Ynet, escribió que lo más probable es que el piloto se haya equivocado, en camino a atacar un enclave del grupo yihadista Estado Islámico (EI), concretamente una milicia llamada Ejército Jaled Ben al Walid, ubicada en el triángulo de fronteras entre Israel, Siria y Jordania.
El incidente con el «Sukhoi» encendió las alarmas entre los civiles de varias aldeas de norte del país por segundo día consecutivo. Ya el lunes sonaron las alarmas, aunque en muchas más localidades, al captar los radares dos misiles disparados en Siria que se hallaban en camino a Israel. Si bien también en este caso la suposición era que se trataba de choques internos entre el régimen y los rebeldes, en Israel el rádar mostraba que podrían impactar en su territorio, portando cada uno un cabezal de 500 kilos de explosivos. Hacia ambos se dispararon misiles del sistema Honda de David en su primera intervención operativa, pero éste no funcionó debidamente. Finalmente, los misiles cayeron dentro de Siria.
Fuente: La Razón