El Estatuto blinda las inversiones tras siete años de tramitación

Para el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ayer fue un día histórico. El Congreso de los Diputados aprobó, tras siete años de espera, la reforma del Estatuto de Autonomía de la Comunitat Valenciana para que la inversión del Estado sea equivalente al peso poblacional, situado en un 11 por ciento. «Nunca nos han dado ni el diez por ciento. Desde 2012 hemos dejado de recibir 2.700 millones en inversiones estatales. Se podrían haber creado más de 35.000 puestos de trabajo».

La resolución, que no obliga al Ejecutivo central a materializar este acuerdo en los Presupuestos Generales, sirvió al menos para que ayer en Madrid se hablase de la Comunitat Valenciana y que todos los grupos políticos admitiesen que los valencianos no tienen ni las infraestructuras que les corresponden según su número de habitante y que están infrafinanciados.

Aun coincidiendo en el diagnóstico, Ciudadanos (Cs) decidió quedarse al margen de este acuerdo y consiguió así monopolizar el debate. Fue un «todos contra Toni Cantó», el diputado de la formación naranja y el candidato favorito a la Presidencia de la Generalitat.

El diputado de Compromís, Joan Baldoví, remarcó que incluso el PP había sido capaz de votar en el mismo sentido que todas las izquierdas del Congreso y criticó a Cs por haber cambiado el sentido de su voto cuando incluso se le aceptó la enmienda que había presentado.

El «expolio del Estado»

Pero sin duda, la intervención más sorprendente fue la de ERC. El diputado Joan Tardà, que se refirió continuamente al País Valencià, aplicó el argumentario catalán a la situación de la Comunitat. «¿Qué pecado original cometieron los valencianos para padecer este expolio?» y aseveró que el maltrato del Gobierno solo se ha visto contrarrestado por el dinamismo de la sociedad valenciana. «Hemos presentado decenas de enmiendas para mejorar sus infraestructuras, pero nunca se han aceptado».

A Cantó esta intervención le sirvió para justificar que la reforma del Estatuto ha puesto al PP y al PSOE de parte de aquellos que quieren que las políticas de Estado sean decididas por «los alcaldes» y fue más allá, «aceptan que el supremacista (Quim) Torra decida por dónde debe pasar el Corredor Mediterráneo». A continuación arremetió contra Compromís, «son un lastre para la Comunitat» y acusó al PP de ponerse de lado del Botànic.

El diputado popular Gerardo Camps lamentó que Cantó ande «desbocado en demagogia» para tratar de justificar que haya cambiado de postura en la reforma del Estatuto. ¿Por qué no han pedido en Andalucía que se derogue este artículo?

Camps insistió en que fue el PP quien promovió esta reforma y recordó a Tardà que el País Valencià no existe.

Fuente;: La Razón

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