El Gobierno no ha tardado en dar una respuesta a la carta del presidente de la Generalitat, Quim Torra, en la que pedía una reunión con Pedro Sánchez para abordar el tema de la autodeterminación.
El Ejecutivo español considera que ahora no es el momento de una reunión entre ambos mandatarios. Torra, que hoy ha evitado hablar de un ultimátum, en medio de cierta división en las filas independentistas, que se han desmarcado de las palabras del presidente catalán, ha enviado hoy una carta a Sánchez en la que le invita a una reunión «en las próximas semanas» en el Palau de la Generalitat para concretar «los términos del diálogo» y abordar «la autodeterminación».
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En la misiva, de apenas 10 líneas y fachada hoy, Torra dice que es «imprescindible» concretar «los términos del diálogo para que realmente tenga una función resolutiva del conflicto político. Además, pide al presidente del Gobierno una respuesta «valiente» a la propuesta sobre «la autodeterminación» de Cataluña. «Debemos hablar de todo en profundidad», dice la carta, que añade: De su proyecto para Cataluña y también del ejercicio del derecho de autodeterminación».
Según la misiva, la autodeterminación es la solución que puede «resolver el conflicto de forma sostenida y democrática».
Torra concluye anunciando que su gabinete se pondrá en contacto con el presidente del Gobierno para concretar el encuentro.
La oferta no ha sido bien recibida en el Gobierno central y fuentes del Palacio de la Moncloa consideran que no es «el momento» para fijar un encuentro entre ambos dirigentes.
Además de ese rechazo del Ejecutivo, Torra se ha encontrado hoy con discrepancias de sus propios socios y con cierta incomprensión entre sus filas.
Diputados del PDeCAT han asegurado que Torra fue «por libre» cuando lanzó el ultimátum y lamentan que no fueran informados previamente del anuncio del president.
Creen además que sus reservas para apoyar los Presupuestos Generales del Estado para 2019 no tienen que ver con el ultimátum de Torra, sino con la «situación emocional tan difícil» de Cataluña.
Muy duro ha estado también el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, quien ha advertido al presidente catalán de que los «ultimátums los carga el diablo» y no ha querido adelantar si su grupo retirará el apoyo al Gobierno del PSOE, como amenazó Torra.
En todo caso, y dirigiéndose al presidente de la Generalitat, el portavoz de ERC ha insistido en que las decisiones que pueda tomar ERC las adoptará el propio grupo parlamentario.
Con estas divisiones internas, el Ejecutivo considera que Torra no representaba con sus palabras a todo el independentismo.
La ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, ha subrayado que ERC, que forma parte del Govern, no estaba informada de que Torra iba a lanzar ese ultimátum en el debate del Parlament.
Un ultimátum que, a su juicio, «desapareció a los dos segundos», cuando recibió la respuesta del Ejecutivo de Sánchez de que el derecho de autodeterminación no cabe en el ordenamiento jurídico.
La ministra ha asegurado que «no tiene opinión» sobre si Sánchez debe adelantar las elecciones generales dada su minoría en el Congreso y ha hecho hincapié en que Torra tiene que decidir si representa «a una minoría radical» o se suma «al diálogo fructífero» con el Gobierno de España.
También hace hincapié en las discrepancias internas el ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, quien piensa que en el proceso soberanista catalán «las contradicciones están aflorando claramente».
Ábalos ha celebrado que ERC «comparta» la opinión del PSOE de que no es momento de ultimátums, en alusión a las críticas de Rufián.
Fuera del Gobierno, el líder del PP, Pablo Casado, opina que ya se podría reclamar la ilegalización de la CUP en aplicación de la Ley de Partidos, porque esta formación ha alentado la violencia en Cataluña.
Casado cree si se vuelve a aplicar el artículo 155 no debe hacerse con una Cataluña dirigida desde cada Ministerio, sino con «personal propio» nombrando una nueva administración autonómica, porque la «deslealtad» demostrada por la Generalitat es «impresentable» y está en juego «el futuro de España».
Desde Ciudadanos, Albert Rivera ha pedido a Pedro Sánchez, a quien ha llamado el «presidente chollo de Torra», que rectifique, rompa con los separatistas y aplique cuanto antes en Cataluña el artículo 155 de la Constitución.
Rivera ha reclamado también a Sánchez que «aunque estén en riesgo las llaves de la Moncloa, el helicóptero o el avión, aterrice» y actúe «como debe actuar un presidente del Gobierno».
Fuente: La Razón