El Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) llegó a ser, en algún momento de su historia, un centro de referencia nacional e internacional en investigaciones vegetales que concentraba a una importante parte del talento científico del país. De hecho, durante el pasado año se celebró el 150 aniversario de este centro -efeméride que pasó bastante desapercibida- y se resaltaba precisamente el hecho de que el IVIA fue un importante recinto investigador durante años.
Pero aquel esplendor queda lejos del actual instituto, un centro que recibe en la actualidad 13,2 millones de euros, bastante menos de lo que percibía hace diez años, con 25,6 millones, y una tendencia al alza.
Además, es importante fijarse en esa tendencia. Así como hace una década el presupuesto aumentaba año tras año, en la actualidad sucede todo lo contrario. Los 13,2 millones de euros para el próximo ejercicio están por debajo de los 13,7 del año pasado. También es importante destacar en qué se usa ese dinero.
De los 13,2 millones que se gastarán este año 2019 en el centro de investigaciones agrarias, solo 3,7 (el 28 por ciento) se destinarán a inversiones reales, es decir, a las actividades del centro. En cambio, la partida destinada a personal cuenta con 7,5 millones de euros, esto es, más de la mitad del presupuesto anual.
Si bien es cierto que los actuales responsables de la Conselleria de Agricultura y Medio Ambientes, con la consellera Elena Cebrián a la cabeza, se marcaron como objetivo la reestructuración del centro y su puesto relanzamiento tras lo que ellos consideraban un periodo de letargo, lo cierto es que ha sucedido todo lo contrario, puesto que cuenta con mucho menos presupuesto que al principio de la legislatura.
Además, se anunció a principios del mandato la creación de una nueva ley del IVIA que serviría para regular el funcionamiento del centro y aumentar su plantilla, una norma que se aprobó en el pleno del Consell a finales del año pasado, es decir, tres años más tarde de haber sido anunciada, y que aún deberá pasar por Les Corts.
Fuente;: La Razón