El juez deja libre al hombre acusado de matar a su amante en 1981

El titular del juzgado de instrucción número 4 de Manresa (Barcelona) ha acordado dejar en libertad provisional, sin fianza, al hombre detenido en Castellón por matar presuntamente en 1981 a su pareja, que estaba embarazada, y enterrar el cadáver en una parcela de Sant Salvador de Guardiola (Barcelona).

En un auto, el juez dicta la libertad del detenido, acusado de un delito de homicidio, teniendo en cuenta “las circunstancias de los hechos”, la pena que se le pueda imponer y el hecho de que cuenta con domicilio fijo y no es probable que pueda huir de la justicia.

El cuerpo de la víctima fue encontrado casualmente el 5 de enero de 1999, cuando el propietario de una parcela situada en la urbanización Cal Esteve de Sant Salvador de Guardiola estaba excavando un hoyo con la intención de plantar un olivo.

El hombre, de 73 años, fue detenido en Castellón, población en la que reside actualmente, acusado de dos delitos de homicidio, aunque el juzgado de instrucción del municipio se ha inhibido a favor del de Manresa, que es el que investiga el caso, sin practicar ninguna diligencia.

El detenido ha sido puesto esta mañana a disposición del titular del juzgado de instrucción número 4 de Manresa, que ha acordado dejarlo en libertad provisional si fianza, con la obligación de fijar domicilio y notificar cualquier cambio en el mismo mientras dure el proceso.

Para dejarlo en libertad sin fianza alguna, el magistrado ha tenido en cuenta “las circunstancias de los hechos, la pena que en su día pudiera ser impuesta” al investigado, así como el hecho de que tiene domicilio fijo y no es probable que intente burlar la acción de la justicia.

La Guardia Civil detuvo al hombre, 38 años después del crimen, tras una ardua investigación en la que se emplearon técnicas de ADN para identificar a la víctima, que según los exámenes forenses murió al recibir un balazo en el cráneo, aunque también presentaba indicios de un contundente golpe en la mandíbula.

La víctima fue encontrada casualmente el 5 de enero de 1999, cuando el propietario de una parcela situada en la urbanización Cal Esteve de Sant Salvador de Guardiola estaba excavando un terreno con la intención de plantar un olivo.

Los exámenes forenses permitieron determinar las causas de la muerte de la víctima y calcular su edad y el tiempo transcurrido desde su fallecimiento, aunque no fue posible identificarla, pese a que se extrajeron muestras de ADN tanto a la fallecida como al feto.

La Guardia Civil inició entonces una investigación, en la que revisaron las denuncias por desaparición de toda España -y también internacionalmente, a través de la Interpol- y centraron sus pesquisas en los propietarios de la parcela donde se halló el cadáver, sin hallar indicios que los relacionaran con la víctima.

Paralelamente, el perfil de ADN de la fallecida fue incorporado a la base de datos de personas desaparecidas y cadáveres sin identificar, denominado programa Fénix, sin que en un principio se hallara coincidencia alguna con las denuncias presentadas.

En el año 2000, el laboratorio de criminalística de la Guardia Civil llevó a cabo un retrato robot de la víctima a partir de su estructura craneal y facial, aunque esas gestiones tampoco dieron resultado.

Finalmente, en noviembre del año pasado, la hermana de la víctima, residente en Madrid, se personó en una comisaría de la Policía Nacional para denunciar que no tenía noticias de su hermana desde el año 1981.

La declaración de la hermana de la víctima arrojó luz a la investigación y permitió centrar las sospechas en el detenido, un hombre que, según relató la denunciante, por entonces era dueño de una empresa de traducciones

Fuente;: La Razón

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