La facturación de las empresas jugueteras se incrementará del seis al siete por ciento tanto por el buen comportamiento del mercado nacional como de las exportaciones, según informó ayer el presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), José Antonio Pastor.
Pastor, que desde la pasada semana también preside la Asociación Europea de la Industria del Juguete (Toy Industries of Europe, con las siglas en inglés TIE), relató que el aumento ha sido «sostenido» y «acumulado» desde principios de año. El pasado ejercicio se cerró con una facturación de 1.377 millones de euros, según la AEFJ, de los cuales el 40 por ciento provinieron de las ventas a otros países.
Pastor aclaró que la previsión podría variar ya que los datos de que dispone son hasta noviembre en el caso del mercado español, que arroja una mejora del seis por ciento, y hasta septiembre en las exportaciones, con una cifra aún mejor del 13,5 por ciento.
«Esperamos que la Navidad aún sea mejor», indicó. Pese a todo, advirtió de que falta ver qué ocurre en diciembre, este mes supone el 50 por ciento de la facturación anual del sector, aunque Pastor consideró que tendría que producirse una «catástrofe» para que el incremento con respecto a 2014 no estuviera entre el seis y siete por ciento.
El presidente de AEFJ hizo estas declaraciones en la presentación de las conclusiones de un informe de la Euroagencia encargada de la propiedad intelectual en la UE, la Oficina de Armonización del Mercado Interior (OAMI), sobre el impacto económico de la piratería en este sector.
Según este documento, la falsificación de juguetes provoca pérdidas anuales a los fabricantes de la UE por 1.400 millones de euros. El 12,3 por ciento de las ventas del sector de juegos y juguetes en el mercado de los 28 se pierden debido a las falsificaciones, las cuales llegan, según Bruselas, de China en el 97 por ciento de los casos y el dos de la vecina Hong-Kong.
Esa caída en las ventas conlleva la pérdida de 6.150 puestos de trabajo ya que, debido a las falsificaciones, los fabricantes legítimos contratan a menos trabajadores.
En clave nacional, en España se pierde anualmente el 16,6 por ciento de las ventas directas del sector (lo que equivale a 167 millones de euros) y, además, supone una pérdida del 13,7 por ciento del total de empleos (estimados en 498 puestos.
Source: Comunitat Valenciana