El proyecto de urbanización del barrio de El Grao de Valencia es ahora más verde después de ganar 15 metros de cauce del Túria al eliminar un carril -en total, 150 metros de jardín público-. Además, contará con un paso de pasajeros y un viaducto de vehículos por encima para salvar las vías hasta el soterramiento definitivo de las vías de Serrería. También se incluye una solución hídrica con un depósito de tormentas, en vez del colector previsto inicialmente.
En cuanto a la edificabilidad, el Ayuntamiento de Valencia ha apostado por hacerla en altura para garantizar espacios abiertos. Así, habrá un techo residencial de 379.663 metros cuadrado, con 284.4747 de uso residencial y 94.915 metros cuadrados de terciario (el 25 por ciento del total). Para vivienda se prevé un 30 por ciento, más el 10 diez que se reserva para la Administración local.
En total, el sector prevé 19 edificios, con un máximo de 2.550 viviendas, con alturas entre las 20 y las 45 plantas, además de dos parcelas de uso educativos y varias zonas para dotaciones públicas.
El concejal de Urbanismo, Vicent Sarrià, presentó ayer el Plan de Actuación Integral (PAI) de El Grao y explicó que los trámites de planeamiento son largos, pero el objetivo es que esta legislatura -de la que quedan ocho meses- se haya iniciado el trámite de aprobación en sus distintas fases, de aprobación provisional y de exposición pública.
Atrás quedan las desavenencias de los socios de Gobierno sobre este proyecto, después de que el alcalde, Joan Ribó (Compromís), dijera que no le convencía el poco ancho del cauce del río, que no incluyera el soterramiento y derribara algunos edificios. Todas las quejas, según Sarrià, se referían a «matices» y no a los asuntos fundamentales. Las críticas que vinieron por parte de los de Compromís, respondían, según el concejal socialista al «nerviosismo de la cercanía de las citas electorales».
Críticas también las del concejal de Ciudadanos (Cs) Narciso Estellés, que ayer criticó la polémica entre los socios de Gobierno – «que utilizan cualquier escenario de interés público y ciudadano para poner en relieve sus diferencias»- y denunció la «falta de transparencia» en torno a este proyecto.
Sarrià reclama a Compromís una disculpa
Sarrià, también portavoz adjunto del PSPV en el Ayuntamiento de Valencia, no quiso dejar pasar la oportunidad
de criticar el comportamiento del partido con el que comparten gobierno. Así, el socialista tachó de «desafortunados» los comentarios de la diputada de Compromís Marian Campello acerca del teléfono rojo instalado por la Concejalía de Empleo (que dirige la socialista Sandra Gómez) y le reclamó «una rectificación». Para Sarrià, la actitud de la de Compromís «no es de recibo».
Fuente;: La Razón