Aunque la primera sesión de control del año comenzó con el aplauso de todo el hemiciclo por la aprobación de una declaración institucional contra la corrupción, el buen ambiente duró apenas unos minutos. Fue subir la síndica popular, Isabel Bonig, a la tribuna y comenzar el espectáculo.
Su pregunta iba dirigida a conocer los planes económicos del Consell. La intención era recuperar su tarea de oposición después de tres semanas negras para los populares valencianos. «Los ciudadanos nos pagan al PP para hacer una fiscalización en Les Corts» y hay cinco millones de valencianos que además de «contundencia contra la corrupción, exigen gestión».
Pero Puig salió por otro lado. Le echó en cara que no hubiese aprovechado su primera intervención en Les Corts para pedir perdón por lo ocurrido. Y el tono siguió subiendo.
Bonig le acusó de vivir de la inercia y denunció además, que el programa que defiende el socialista Pedro Sánchez y con el que pretende formar Gobierno, supone el «certificado de defunción» de la Comunitat Valenciana porque relega el cambio del sistema de financiación autonómica a los Presupuestos del Estado de 2017.
A Puig, que ha hecho del cambio de modelo de financiación su bandera, le escoció esta acusación. «Tras este ejercicio de peronismo, volvamos a la realidad» y en un tono bronco, muy poco habitual en el presidente, le respondió: «Muertos, los que están saliendo de sus armarios. Me duelen las páginas de todos los periódicos todos los días con su basura».
La bancada popular estaba indignada, pero es evidente que las fuerzas flaquean y ni siquiera protestaron de manera especialmente enérgica. Fue la diputada popular Eva Ortiz la que aprovechó una intervención para advertir que es cuestión de tiempo que salgan a la luz los muertos del PSPV. Más tarde, Bonig, visiblemente indignada, lamentó que el presidente hubiese perdido las formas e insistió en que deberá explicar qué va a hacer para cerrar 2016. Puig puso en sus Presupuestos 1.300 millones «ficticios», puesto que su existencia se fiaba a un cambio del modelo de financiación. «¿Por qué no explica estas cuestiones?», insistió Bonig.
Por lo demás, la sesión de control fue bastante anodina. Se acreditó una vez más, que el PP está solo en la oposición. Alexis Marí se estrenó como portavoz de Ciudadanos tras la renuncia de Carolina Punset. Preguntó a Puig por uno de los temas estrella de la formación, la desaparición de las Diputaciones.
Puig, anunció que el pleno del Consell aprobará hoy una Comisión de colaboración entre la Federación Valenciana de Municipios y la Generalitat, y la semana que viene dos decretos de coordinación con las Diputaciones, sobre turismo y sobre deporte.
Así mismo, se mostró partidario de «agotar» la ley de Coordinación de Diputaciones, aprobada durante el Gobierno del socialista Lerma, y que en la práctica vacía el contenido de las Diputaciones. Además, se comprometió a realizar una revisión general de todo el sector público para hacerlo más eficiente.
Source: Comunitat Valenciana