El PP pide la comparecencia del secretario de Estado de Defensa

La dirección popular salió ayer en tromba a exigir explicaciones tras la publicación en el digital Moncloa.com de nuevas conversaciones del almuerzo de 2009 de Baltasar Garzón, Dolores Delgado y el ex comisario hoy en la cárcel José Manuel Villarejo. Además de los ex mandos policiales Enrique García Castaño, Miguel Ángel Fernández Chico y Gabriel Fuentes. En los nuevos audios, ya sin Garzón ni Delgado, Villarejo relata que Garzón, dos comisarios y él mismo «prepararon» Gürtel un día antes de que el entonces magistrado asumiera la causa.

La vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy, confirmó que su partido pedirá la comparecencia del hoy secretario de Estado de Defensa, Ángel Olivares, porque los audios publicados reflejan que el hoy «número dos» de ese ministerio pagó a Villarejo para espiar a José María Aznar cuando era presidente de Castilla y León. Villarejo cuenta que Olivares, que por entonces tenía el cargo de concejal socialista en Burgos, le pagó para espiar al entorno de José María Aznar cuando éste era presidente de Castilla y León, en concreto entre julio de 1987 y septiembre de 1989.

El PP se siente legitimado, tras conocer el contenido de estas grabaciones, para denunciar la existencia de una guerra sucia en su contra y exige al Gobierno socialista que colabore en dar explicaciones de estas acusaciones por la buena salud democrática del país. «Estamos ante hechos que no pueden permitirse en democracia. Y de ser cierto suponen una verdadera cacería contra el que era el principal partido de la oposición», sentenció la dirigente popular. El PP no pasa por alto que en la etapa señalada el responsable de Interior era Alfredo Pérez Rubalcaba y cree que el PSOE debería ser «el primer interesado» en salir a dar explicaciones sobre esta presunta vinculación «parapolicial».

También el secretario general del PP, Teodoro García Egea, se refirió a esta cuestión a través de su cuenta de Twitter para advertir que llegarán «hasta el final» si un miembro del actual Gobierno de Pedro Sánchez espió a José María Aznar porque «violar» el secreto de las comunicaciones es un delito grave. Del mismo modo, calificó de «extremadamente grave» que pudiera haberse alterado el turno de reparto en la Audiencia Nacional para que la causa de la Gürtel recayera en Garzón. «Estaríamos ante graves delitos», remató. Otro de los dirigentes del PP que se pronunció ayer sobre estas grabaciones fue el portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, José Luis Martínez Almeida, para quien ya no se trataría de unas meras conversaciones sino de «confesiones de hechos delictivos». García Egea explicaba ayer mismo en una entrevista en LA RAZÓN que la nueva dirección del PP considera que los casos de corrupción que han perjudicado tanto al PP en los últimos años no les afectan porque nadie los relaciona ya con la nueva etapa. No obstante, también destacó que su intención es seguir dando la cara por las siglas del partido y expulsar del mismo a todos los que venga «a servirse de él y no a servir».

Desde Ciudadanos, el portavoz en la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, también se mostró preocupado por estas informaciones que involucran al Gobierno.

Fuente: La Razón

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