El Comité Ejecutivo del PP analiza esta mañana en la sede nacional del partido la situación en Venezuela y la decisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de reconocer a Juan Guaidó como presidente encargado de este país, en un movimiento concertado con otras potencias de la Unión Europea. La dirección popular mantiene su crítica a Sánchez por haber concedido un ultimátum para que se convocaran elecciones presidencialistas que, según insistirá hoy Casado, ha sido tiempo perdido, que se ha demostrado que “no servía para nada”.
El PP mantiene una política de confrontación con la gestión por parte del Gobierno socialista de la crisis venezolana, y, de hecho, incluso estudia la posibilidad de solicitar la comparecencia de Sánchez en el Congreso para que informe de cómo va a gestionar el Gobierno español el proceso de transición que se abre en Venezuela. Este tema irá, en cualquier caso, al Parlamento español, y será objeto de debate, dado que hay pendiente una comparecencia del jefe del Ejecutivo sobre el Brexit, y en la que cabe que se analicen otras cuestiones de la política exterior.
Ahora bien, el principal partido de la oposición se desmarca rotundamente de las advertencias del presidente de EE UU, Donald Trump, sobre la posibilidad de una intervención armada en Venezuela, como consecuencia de que Nicolás Maduro se niegue a abandonar el poder pese a la presión internacional.
El PP niega por adelantado su apoyo a esa opción, situándose del lado de la acción diplomática y de la mediación. Las amenazas de Trump las enmarca en las salidas de tono del presidente norteamericano, pero en Génova consideran que no tiene que ir por ahí en ningún caso el camino hacia la democracia en Venezuela. Así lo ha defendido en Los Desayunos de TVE el portavoz de Exteriores, José Ramón García Hernández.
Casado preside un Comité Ejecutivo marcado por la preocupación de sus “barones” por la caída en apoyo ciudadanos que siguen vaticinando las encuestas, como, por ejemplo, las publicadas este fin de semana por este periódico sobre los resultados en el Ayuntamiento y en la Comunidad de Madrid en los comicios de mayo.
El secretario de Relaciones Internacionales del Partido Popular, José Ramón García Hernández, también se ha pronunciado sobre la declaración institucional. Cree que el Gobierno «llega tarde» para reconocer al presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, como jefe de Estado interino del país. «Ya era hora, por fin Pedro Sánchez se va a situar donde está la mayoría de los españoles», ha asegurado. «Son ocho días en los que vemos que hay más muertos, que hay más hambre y que, desde luego, se ha parado todo ese reconocimiento», ha indicado García Hernández en una entrevista en TVE, en referencia al plazo que Pedro Sánchez dio al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, para convocar elecciones.
El dirigente popular cree que «se tenía que haber acelerado el proceso» y valora que «España siempre tiene un liderazgo en todos los temas de Latinoamérica, más precisamente con Venezuela, entonces yo creo que no solo ha sido muy negligente, sino que ha actuado de forma muy torticera y no tenía por qué hacerlo».
En cuanto a la intención del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre una posible intervención armada en Venezuela, García Hernández valora como «muy irresponsable» hacer un llamamiento a la violencia. «Nosotros queremos democracia, queremos elecciones libres y, desde luego, que Venezuela y los venezolanos puedan reinsertarse en la democracia», ha manifestado para agregar que en el PP «siempre han estado del lado de los demócratas».
Desde el Govern, el conseller de Acción Exterior de la Generalitat, Alfred Bosch, ha evitado valorar el reconocimiento del jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela. «Como gobierno de Cataluña no entramos a valorar el reconocimiento de otros gobiernos sobre terceros», ha expresado Bosch al ser preguntado por este asunto durante una rueda de prensa de la Eurorregión Pirineos Mediterráneo. El conseller se ha limitado a subrayar que el Govern quiere para Venezuela «lo mismo» que para Cataluña, que es «democracia, derechos humanos y paz».
Fuente: La Razón