El refugio antiaéreo recibe casi 6.000 visitantes en 4 meses

El acceso a las instalaciones se realiza con cita previa y grupos reducidos

Hace ahora 79 años, unos 700 niños y niñas de la ciudad de València recibían sus clases bajo tierra y lo hacían, precisamente, para salvaguardarse de los bombardeos que el ejército de Franco llevaba a cabo contra la que había sido capital de la República -lo fue entre noviembre de 1936 y octubre de 1937.
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Este año, el ayuntamiento decidió recuperar su memoria y, por extensión, la de aquellos tiempos difíciles. Y se propuso abrir al público el refugio en el que esos menores sortearon las bombas. Ahora, cuatro meses después de su inauguración, ya han sido 5.866 las personas que han pasado por estas instalaciones, ubicadas en los bajos del mismo edificio del Ayuntamiento. Además, los que lo quieran seguir visitando lo podrán hacer. Eso sí, según el procedimiento actual con cita previa y grupos reducidos para garantizar la seguridad.

A la recuperación del edificio se ha añadido también «una musealización en paneles para que los visitantes aprecien las instalaciones y recuerden cuál era su cometido», como recuerda la concejala de Patrimonio Cultural y Recursos Culturales, Glòria Tello. Ella declaró que, al revés que el PP que «trataba de esconder» este tipo de construcciones, ellas pretenden «ofrecer conocimientos a los ciudadanos y no mantenerlos en la ignorancia o la censura». Según Tello, «los refugios de la guerra civil son BRL y el Govern de la Nau quiere poner los edificios patrimoniales como estos al alcance de la ciudadanía, ya que abrir las puertas es una de nuestras líneas políticas».

Este es un refugio de tipo escolar que fue construido en 1938 y tenía capacidad para 700 niños del centro educativo que estaba situado en un lateral del Ayuntamiento. Constaba de dos entradas simétricas a través de escaleras y cinco naves cubiertas con bóveda rebajadas de hormigón. Todas las naves disponían de bancadas de obra para que los niños se sentaran mientras esperaban que pasara el peligro. El refugio disponía de váteres y de electricidad.