El regreso de «La Catalina»

[wp_ad_camp_2]Corría el año 1.729 y la feligresía de la antigua parroquia de Santa Catalina, considerando insuficientes las dos campanas, procedentes del antiguo campanario derribado y sustituido por la actual torre barroca, iniciada por el arquitecto Juan Bautista Viñes, en el año 1.688, buscaron fundidor, para la construcción de seis nuevas campanas, acorde con la magnificencia de la actual torre, encontrando en el fundidor Richard Phelps, de Londres, la calidad y economía buscada.

Características de la campana mayor, LA CATALINA:

La mayor, dedicada a Santa Catalina, denominada vulgarmente “La Charra”, por su forma de tinaja invertida, de peso 38 quintales, equivalentes a unos 1.750 Kilos, <la boca de la campanas, tiene de ancha siete palmos menos dos dedos y es un punto más baixa que la María de la Seo, en cada una de las campanas en su circunferencia superior ay este letrero Ricardus Phelps Londini me fecit>, según el cronista Fray Tomás Güell. <Dentro de la octava, cada una tiene la voz al punto de solfa según buena regla y se conoce en la armonía que hacen y lo deleytan, quando suenan todas juntas>, comentó el Maestro de Capilla de la Catedral, junto a otros músicos, compañeros suyos y del Real Colegio Seminario del Corpus Christi.

Estas campanas, denominadas “LUTERANAS”, por su origen, supusieron un acontecimiento en la Valencia del siglo XVIII, trasladadas en un navío inglés, desde Inglaterra al puerto de Valencia y con posterioridad, a pie de torre, en galeras, con estandartes y adornadas con murta, tiradas por ocho mulas, con cintas de seda y gallardetes sobre las cabezadas, siendo celebrada con júbilo, no exento de rivalidades, de los parroquianos de las iglesias vecinas, pero que al final fueron consideradas, como de las mejores de Valencia.

Proyecto de recuperación de la campana: LA CATALINA:

Esta campana, fue destruida en 1.915, tras su traslado a la nueva parroquia, administrativamente constituida en 1.902, de San Agustín, pero sin leyes de la época, que protegiesen el patrimonio, tanto inmueble como mueble, para ser refundida en tres campanas nuevas y de menor tamaño, acorde con las necesidades del nuevo templo de destino.

El resto de campanas inglesas, fueron destruidas, entre 1.936, las trasladadas a San Agustín y 1.967, las trasladadas a San Martín.

Con la finalidad de recuperar una réplica de la campana mayor del Templo de Santa Catalina, debido a su importancia e interés histórico, en una primera fase y sin renunciar a la posterior restitución de las restantes que conformaban el conjunto, la asociación MESTRES CAMPANERS, junto con el sacerdote responsable de la mencionada Iglesia, DON FRANCISCO RUIZ, solicitamos de los valencianos, tanto a nivel particular, como de asociaciones y fundaciones, la ayuda económica necesaria, para poner en valor, esta pieza del arte valenciano, que hizo estremecer y deseamos que lo vuelva a hacer, con su sonido, a todos lo que disfrutamos, principalmente en el centro histórico, con esa vuelta al pasado glorioso, que supone oírlas de nuevo.

Mas información en: https://www.facebook.com/campanersvalencians